Vieja puerta, te cierras detrás suyo
Lo entregas a lo lozano
Desnudo, al bosque de encinas
Intentó regresar, encontró el fracaso
Frondoso lugar, el verde resplandecía
Imponíase el ocaso
El vacío sobrevenía
Silencio sepulcral, espíritu azotado
Enfrentabas solo un bosque de epifanías


Caminando tu forma perdías
¿Prevalecerías o desaparecerías?
Difícil saberlo en la exuberante lejanía
Los besos de tus manos se escurrían
La brisa te llevaba, el rocío te esparcía
Tus manos en flores devenían
Ojos suplicantes, desaparecían en las esquinas
Tu existencia menguaba ¿En qué te convertías?
Llorar era imposible, tal vez en otra vida
Ya no tenías cuerpo, nada te pertenecía


Eras una sombra, amorfa bailabas
Te llenabas de aromas
En el lago te dilatabas
El agua acariciaba el follaje
Los juncos y arbustos te acobijaban
Supiste seducir al viento
Más con él no consumabas
Eras tan joven
Aflicción temprana
Deseaste dejar de sentir
Sumergirte en la nada
Ahora el deseo se cumple
Claudicaste en la difícil campaña


Te creabas y desmoronabas
En el bosque de encinas
Pero las divinidades eran sabias
Redención se te concedería
Siluetas y sombras se avecinaban
Ora bramantes, ora tranquilas
Las esencias se mezclaban
Formábase exquisita ambrosía
En los arbustos se posaban
Sombras de colores emergían
Identidad y cuerpo buscaban
El bosque, floreciente, los entregaría ¡¡¡¡¡¡DE UN AMIGO PARA MI¡!!!!!!