No os vais a creer lo que me ha sucedido. El sábado por la noche salí con Chus, Néstor y demás gente de la panda, y me lo pasé genial, hasta que llegamos al Zeppelin. Allí es cuando empezaron a suceder cosas muy extrañas. Había un tío bailando que no dejaba de mirarme. Pensé que a lo mejor nos conocíamos, pero la cuestión es que parecía que le molestaba mi presencia. Yo seguí un poco a mi aire y me acerqué para cerciorarme que no lo conocía. Es cuando casi nos tocamos y ahí hubo mucha tensión, no me gustó un pelo. A todo esto, había perdido a los demás entre tanta gente y me encontraba bastante mareado, por lo que decidí irme a casa. Al salir, es cuando me acojoné porque me di cuenta que el tipo que me había estado mirando en el Zeppelin todo el tiempo, también había salido y me estaba siguiendo, lo que pasa es que en vez de seguir por detrás iba delante de mi para disimular. A mi no me engañaba, no hacía más que volverse nervioso para ver por donde iba, ese tío estaba buscando algo en mi y no sé que era. No podía más, entonces apreté el paso y él también, hasta que los dos terminamos corriendo. Al final él giró por la plaza Clavet y no sé cómo, se perdió, menos mal porque estaba sin fuelle.
Seguí sin parar hacia mi casa, pero no estaba tranquilo. El tipo podía volver y además la sensación de que me estaban observando no cesaba. Llegué a casa, cerré hasta con cadena y me senté en el sofá del salón para tranquilizarme. ¿Pero vosotros conocéis esa sensación, que no sabes la razón, pero sientes de la presencia de una persona? Pues tras la puerta de mi casa había alguien, estaba clarísimo; por pequeños ruidos, pequeñas percepciones que no me dejaban ningún lugar a dudas y me estaban poniendo muy nervioso ¿Sería el chalado del Zeppelin? Abrí para mirar, y nada, todo en silencio. Parecía una broma. Llamé a mi vecino de al lado, un tío raro que vive solo, por ver si había oído algo, y va, y se pone a hacer como si estuviera follando con su novia en el salón, cuando sé perfectamente que no tiene novia y ese no liga desde el 92. La cosa se ponía cada vez más rara, parecía ya un complot. Volví a cerrar, pero vigilante porque sabía que algo no funcionaba, y en una de éstas, que abro la puerta para comprobar, va y pillo a mi vecino que salía. Es decir, que era él, ¿Qué pasa, qué, de cachondeo? Empezamos a forcejear, creo que nos insultamos y gritamos, no estoy seguro, pero al final le di una patada en los cojones y una vez en el suelo tres o cuatro más. Me fui a la cocina y cogí el cuchillo, no fuera que se levantara y quisiera vengarse, pero he empezado a oír mucho ruido, es cuando he pensado que lo mismo estaba acompañado. Corrí y atranqué la puerta poniendo toda clase de objetos. Como se entere mi ex que he puesto hasta la Chaise Longue de Le Corbusier. Desde entonces estoy atrincherado en mi habitación, no sé cuantas horas llevo aquí, pero no paro de oír ruidos cada vez más fuertes. El único contacto con el exterior sois vosotros, ayudadme, espero que no estéis con ellos, aunque últimamente os noto muy raros. Odio los lunes. Felices fiestas. Que venga alguien, ahora están diciendo que es la policía, no pienso abrir.
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