Te derrumbas de mis manos
tus latidos se deshacen
yo me quedo con tu nombre
El vino se hace espeso
intragable y en la noche
te pienso desganado
No lloro, no demuestro
que vengo entumecido
que vengo descrestado
Puedo amarte en mi memoria
puedo edificar
un templo rosa para ambos,
Y en el lavar tu piel
con mis besos de coyote
y ayunar la sangre
No se parar de amarte
no permiten que te toque
no se entrar a tus costados
Yo me muevo en la comuna
donde se respira el hielo
del aliento de tu vieja
Yo decanto mi cordura
en un turro de esperanzas
abrazándote sereno
Yo me quedo y tú te mueres
tan lejos de mí
que se seca mi templanza
Envilezco en carnavales
riendo como hiena
que se come sus entrañas
Mañoseo con la lepra
desaliño las costuras
de la capa de la muerte
Vuelvo en blanco de la tarde
en que supe que venías
condenada a desgastarte
Texto agregado el 17-03-2008, y leído por 266
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Lectores Opinan
18-03-2008
¡cheeeeeeeeeee, pero qué bueno! No lloro, no demuestro
que vengo entumecido
que vengo descrestado ¿me lo prestás? aplausos /\/\/\/\/\ para todos estos versos wenceslaowenceslao