A escondidas
se regalan caricias
y besos
en las esquinas
oscuras y mudas
testigos sin tiempo
de amor y dulzura.
Caminan aprisa
mirando a los lados
temiendo que ojos
como espinas
clavadas
los estuvieran
mirando.
El lecho espera
testigo sin habla
de dos fugitivos
que compran
el tiempo
de una noche
larga.
Susurros que llegan
al oido
palabras
de embelezo
mientras sus labios
beben
los sabores
de sus cuerpos.
Respiracion agitada
dedos que se hunden
en la piel con olor
a sal.
Gemidos apretados
indican el comienzo
del extasis final.
A escondidas
mirando a los lados
temiendo que ojos
como espinas
clavadas
los estuvieran mirando
separan sus cuerpos
y sellan el adios
con un beso de
sabor amargo.
Cada cual a su mañanas
atras en el lecho
quedo en las sabanas
la prueba visible
de esa noche larga.
Secreto que guardan
sin que nadie sepa
sintiendose cerca
y tan distantes
a esos que llaman
AMANTES.