Es mi boca
la culpable de tu ira,
porque ansia devorarte
tarde a tarde
y en la orilla de tus piernas
me equivoco,
porque siempre quiero estar
donde tu naces,
al mediodía,
al sol o en las estrellas,
apoderarme de tu piel
y dibujarte,
un mapa con la pista
hasta mi casa,
para hundirte
en mi azul vacío
que se esconde de ti,
pero quiere encontrarte.
Suspendida en tus ojos
mi palacio,
se cae en el abismo
de tu carne,
laberinto fatal
de sangre y llanto,
hoguera que me quema
y me contrae.
Es mi boca
la culpable de tu ira,
hombre que sin piedad
masticaste mi olor
y me encontraste.…