Llegué sonriente a la fruteria, las manzanas gritaban con voz chillona ¡muerdeme, muerdeme!, cierto que me dió un poco de pena, pobres tan verdes con esas motitas marrones que contaban haber recibido algún golpe por el camino; por su parte el limón, tan solitario, derrama sus ácidas lágrimas por haberse quedado sólo- aquella maldita señora le llamó reseco,mmm, hay que tener poca consideración-, ahora sería regalado, objeto de comentarios tipo "vaya con el tacaño, un limón reseco que me regala", sus lágrimas contaban que él lo sabía. Los aguacates, tan verdes, recelaban de sus nuevos compañeros, esos inadaptados de los mangos que recién llegaban de su tierra y alzaban altivamente su cabeza sabiéndose deseados, aunque en el fondo de su jugosa carnecita se reconocían tristes por la lejanía de sus tierras.
Las bananas danzaban alegres de saberse verdecitas, como siempre despreocupadas y divertidas bromeaban sobre esa leyenda de terminar en una papilla infantil y ser escupidas por la boquita rojiza de algún bebé. La mayoría al mirar aquel salpicón de dulces colores sólo veían macedonia, la realidad es que aquellas frutitas tenían su propio mundo, un mundo que contaban a través de sus sabores y olores. Algunas viajeras, otras sedentarias, lo único que tenían en común era el placer de saberse deseadas por el niño y la niña, el anciano, el rico y el pobre, la abogada, el político, la ingeniera, el estudiante, profesores y animales.
- Señorita¡ piensa comprar algo o va a pasar la mañana mirando mis frutas ¡que se desgastan guapa!, ¿no tienes nada mejor que hacer?
_ (Mm, vaya con el borde). Si, deme una mandarina bonita.
_ No faltaba mas, no se vaya a arruinar señorita , farfulló el malhumorado frutero- Y qué se la envuelvo pa` regalo o qué?
_ Pues ahora que lo dice..., si no le importa me la pone en papelito de burbuja para que no se dañe, y alrededor ese papel morado tan bonito, si no es mucha molestia, digo, y le añade este lazo rojo con el puñadito de besos. Verá es para una niña argentina que se fotografía con los ángeles, ella escribe y no cualquier cosa, a mi me gustaría darle esa mandarina que usted ha escogido, con su juguito tan dulce y esos gajitos que dicen a gritos muerdeme...
_ ¿Me estás tomando el pelo, niña? anda a joder a otra parte.
_Pero...
- Ni peros ni nada, largo de aquí¡¡ así va España
_ Pues si, así va...
Felicidades Melina |