El gato de la casa tenía cara de bagre.
Se lo decían, le hacían la broma de que lo iban a meter en una pecera.
Él acogió la ocurrencia como una vanidad exagerada. Y se puso a presumir de bagre.
Otro gato se lo comió.
Antonio Di Benedetto
Texto agregado el 13-04-2004, y leído por 626
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