Encontré en la arena parte de tu cuerpo desnudo y pedazos de tu olor muerto,
aún te busco entre la tiniebla y el manantial como si fueras un pequeño tesoro que olvidé una mañana sin querer.
He buscado señales rotas entre las rocas del mar siniestro y sólo he visto mi cuerpo sin ropajes, cubierto de sangre y soledad...

Escucho tu voz, pero en la distancia corrompida de amarte en nuestro silencio y en este universo paralelo que hemos creado sin deseo previo.
Hay veces que no podemos decir basta aunque queramos hacerlo, porque los ojos ven más allá de lo que la realidad ofrece.

Encontré un alma perdida y resultó ser la tuya sin quererlo. Ofrecí abandonarte mil veces, pero es un laberinto mi vida contigo y sin ti.
He tratado de entender lo inexplicable, simplemente ser lo que no existe, simplemente vivir lo que no puedo vivir.

Encontré entre mis sábanas tu olor día y noche, descubrí en mi piel la marca de tus dedos, pero no puedo construirte nuevamente, sólo en mis sueños, sólo en mi mente estás como un gran orador de vacíos completos.

Caminé entre las hierbas ausentes y por sobre los espíritus dormidos, pero no encontré nada. Sólo guardé la soledad en mis hombros como un lindo adorno de comunión. Sólo dejé en mi cuello el cable que colgó a mi cuerpo en un árbol y llevó a mi alma lejos de aquí, una vez más...

Sólo encontré la nada, el vacío perpetuo.

Sola...

Bayerly