La dificultad de elegir -en la vida- siempre nos habla de escoger el menor de dos males y esto es la neta, es decir, lo más parecido a la verdad absoluta como veremos a continuación.
Si estuvieras siendo asaltado –knock... knock… toco madera- y el malandrín te dijera: “Óyeme hijo de tu %&%$%, por esta única ocasión te voy a dejar elegir, así es que no te apendejes: o me das toda la lana que traes mas la de tus cuentas mas tu coche mas … o te puedes ir tranquilamente” ¿creen que tendrían alguna dificultad de elegir?... ¡verdad que no!. Les pongo otra: “Usted se ganó el SPM –no se confundan, no es síndrome pre menstrual sino SuPer Melate eh!- y por esta ocasión puede elegir entre estos dos sobres: uno contiene un cheque por 250 mil millones de verdes y el otro trae 249 mil quinientos millones de verdes… ¿Te preocuparía que eligieras mal? Pues tampoco verdad… así que cuando sobre algún tema de elección controversial alguien llega y dice: “es evidente que…” me doy cuenta que me quiere ver la cara de güey porque sobre algo evidente no habría ni que preguntar, si no imagínense esto, te preguntan: “¿quieres pagar impuestos o no pagar impuestos?... –mmm- no pagar; a ver otra, ¿Dejarla ir o que te la dejen ir? Evidentemente dejarla ir –bueno, evidente sólo para el 50% de las parejas recién avenidas gracias a la apenas estrenada Ley de Convivencia-; qué tal ésta ¿matar niños o no matarlos? Bueno cabrón, pues qué crees que soy pendejo o qué? ¡¡¡No matarlos!!!.
Precisamente en esto radica la dificultad de crear Políticas Públicas, que siempre nos obliga a elegir entre el menor de dos males, y un excelente ejemplo de esto es la despenalización del aborto en la Ciudad de México.
¡Ahí esta el detalle…!-diría algún clásico del cine mexicano. La realidad sobre el aborto es que año con año en este país se realizan miles de ellos –bajo las más diversas condiciones de higiene y seguridad- sin que a aquellas que se los practiquen les importe demasiado su penalización, en un lugar donde la impunidad es moneda de cambio mientras tengas los recursos suficientes para que te cobije. En México, si cuentas con suficientes recursos económicos, no tendrás que cargar con los riesgos legales ni con los de salud sino solamente con los de conciencia, sin embargo si perteneces a las clases más desprotegidas – a las cuales sólo pertenecen el 90% de las familias de México- la conciencia será tu preocupación de menor cuantía pues frente a tus ojos estará primero la posibilidad de resultar herida o muerta además de las responsabilidades penales del caso… y aún bajo este sombrío escenario los abortos se suceden uno a otro lo cual prueba que la disuasión por medio del castigo no soluciona sino mas bien multiplica los problemas, haciendo que nos tengamos que preocupar –como sociedad- ya no sólo por uno –el aborto como tal- sino por dos –el primero, mas los riesgos a la salud de aquellas que se los practican bajo las peores condiciones-.Por lo anterior su penalización trasciende el ámbito legal para convertirse en un asunto tanto de salud pública como de equidad. Así como penalizarlo no logra evitarlo, despenalizarlo no lo celebra, simplemente hace eco de nuestra realidad y regresa su enfoque al ámbito al cual pertenece, al de la conciencia.
Injusto aunque fácil sería decir “las mujeres que optan por abortar son abominables”. Simplista aunque estúpido pensar que “a falta de Superman, Serrano Limón y sus huestes salvarán al Universo”. El punto es que en ambos planteamientos estaríamos dejando de lado la afortunadamente inevitable naturaleza humana, bajo cuya luz entre el blanco y el negro existen casi infinitas tonalidades de gris; lo cual me lleva a creer que pese a nuestras innegables diferencias –salvo casos de excepción- todos nosotros procuramos hacer lo mejor posible con aquello que tenemos a mano. Y ese “… con aquello que tenemos a mano” implica también nuestros miedos más profundos, nuestras frustraciones, paradigmas, dogmas, filias y fobias, deseos, expectativas, sueños, ilusiones, etc. y el cargar todo lo anterior no nos convierte en seres oscuros, nos convierte simplemente en seres humanos, lo cual pese a todo no creo que esté tan mal o… ¿ustedes que opinan?