Por descubrir la verdad me convertí en la mentira, para saciar el hambre del obeso me metí entre tus costillas, respiro y trago tu deseos muertos, acabando con lo que vendrá detrás de ti… delante de mi, pensando ideologías trabadas por el tiempo, atestiguadas por los ojos ciegos del mundo, coleccionando revistas sin palabras ni imágenes atravieso los témpanos de tu mirada al anochecer, caigo en tu obligo y me levanto en tu muslo.
Veo caer las cenizas de ilusión entre mis manos, las recojo y las guardo –no es la primera vez-, el viento es espejo que refleja el tiempo a través de las llagas de mis manos, floto en él, me rompo en él, me diluyo en él… aterrizo, me construyo, me reincorporo y sigo caminando.
Volteo para atrás sin convertirme en piedra, me siento, te siento, aguardando al tiempo a que regrese, viviendo lento, muriendo rápido, atravesando sentimientos combinados por instintos sombríos, me levanto y te dejo caer… sin ti. |