Su cara limpia y su pelo largo  
caminaba con sapiencia a través de la ciudadanía  
con toda su egocentrismo y su mano en la barbilla 
miraba de lo alto con despotismo y egoísmo. 
no era un hombre, era un dios, su propio amo y señor 
inconsciente humano, no le temía a los pecados  
viajaba en una nube, creo su propia religión.  
 
Esa noche despertó en medio de la nada  
atrapado por sus sueños enraizado al concreto,  
silenciosa roca sin alma  
observo como sus pesadillas de él se apoderaban.  
silenciosos hombre sin conciencia  
dejo pasar la primavera a través de su vida  
enterrado en concreto observaba,  
labios clausurados, no pudo emitir palabras.  
 
De lo mas profundo de su ser, escaparon sus pesadillas  
de lo mas profundo de su alma, se abrieron las puertas de la inconsciencia. 
escaparon sus temores, sus miedos y malos pensamientos  
destruyeron sus sentidos, maldijeron sus ideas. 
Los demonios en su alma se saciaban, de tal liberación incauta, 
sin darse cuenta abrió parte de su alma, por una vieja flor sepultada. 
La cual sin querer, sin aviso y sin saber,  
transformo al hombre, el cual no supo que hacer con tal afloración demoníaca.  
 
triste, golpeado por sus horrores 
despertó solo en el silencio de la noche, 
sudoroso, tembloroso, mira el cielo de su habitación  
lo mas oscuro de su ser ha escapado. 
 
escaparon los recuerdos sepultados 
los que esculpen un fosilizado corazon. 
escaparon los dias y las noches ocultas 
las que mataron al hombre sencillo ya amado.  |