Desde mi ventana te observo meticulosamente, no solo a ti, a lo que me y nos concierne siempre, siempre.... he visto pasar a las personas sumergidas bajo la lluvia, ignorándola como lo eterno y cabizbajos para pasar por victimas o darle menos importancia a la maravilla que desciende sobre sus cabezas (...)
He visto una hoja de diario, que alguna vez fue la mas deseada, que se leyó con ansias, que traía una noticia fresca, pero que ahora gira entre las hojas ancianas, en su propio circulo, ya no es nada, y no tiene fuerza, no se levanta....
Desde mi ventana que está mas alto, ignoro cuan cerca estoy del suelo y cuan fácilmente puedo caer, para soñar con la utopía precisa que me hace sonreír mientras estoy observándote, a veces creyéndote ver, tomar forma y subir conmigo, observar juntos algo que podríamos hacer un día, eterno, infinito, con ventanas que nos dirijan la mirada a varios mundos.... A mi ventana no llega la muerte, ni las nubes manchadas, el ruido de un mundo en movimiento martirizado, el sonar de la llamada que anuncia como siempre un incendio, mas bien de los hombres porque entre nosotros, que más da el techo quemado si bajo su alma no hay nada que merezca cuidado... todo eso he observado
En la perspectiva y en lo que alcanza el plano, se sienten aromas, risas, un momento eterno, la bulla que no oye el viento, el suspiro ahogado, la niña que baila, sus pasos en el asfalto, las notas del señor que pasaba, soñando un Serrat a medias, no alcanza el invierno... tampoco el verano, aquí el clima se ducha con mi animo y se duerme en las estrellas.... hay días que en mi ventana pesa mucho y no logro abrir los marcos que sostienen el limite de esa fiel madera barnizada y esa realidad que espera afuera, asechando, buscando mas quinceañeras con sueños enredados , pero pasa que el ahogo no me alcanza para respirarlo y no hay mas remedio que abrir con fuerza, cuidando no romperla, el instrumento que me da vida y me hace daño.