La idea universal del infinito me hace pensar infinitamente en la muerte...
desearla hasta morir...
morir de ganas de morirme...
– ¿Cuántos universos infinitos caben en un universo infinito...? –
– Una infinidad... –
Al llegar a casa me encuentro con las mismas imágenes de siempre...
Los mismísimos aludes memoriosos...
El mismo tálamo de vicios...
El mismo remedo de la tarde con ansiedades infinitas...
Nada puede el deseo
cuando los temores,
cuando la memoria,
han vencido ya...
Del desvelo sólo quedan las ojeras...
Del placer sólo queda un ansia que se quedó prendida del viento...
Del recuerdo sólo queda humo, ceniza y amarguras...
De
mi
ya
no
que
da
na
da
.
.
.
Texto agregado el 11-03-2008, y leído por 109
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