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Llegue a su casa, como siempre con un pretexto, no importo que tenia en la pared de mi cuarto unos pedazos de papel con mis propósitos de año nuevo, uno de ellos el de la puntualidad… como dije, no importo… llegue tarde, venia de un compromiso familiar, venia volando en la cinta asfáltica, muchos han dicho que mi forma de manejar no es la mas ortodoxa, que debería de ser mas consiente… es solo que me molesta hacerlo, me jode estar al volante, para mi es tiempo perdido (a menos de una que otra contada vez disfruto el manejar), así, quiero estar lo menos posible en este medio de transporte.

Como decía, llegue a su casa, vive en el centro, buena zona, un poco abandonada por el hombre y los años pero con una esencia de gloria pasada, nostalgia, arquitectura vieja, la zona centro de la ciudad… ahí estaba la casa…

Llegue y me abrió la puerta, entre, vi lo que mis ojos ya conocían y un poco mas, en el pequeño patios central una mesa, dos sillas, flores, un recipiente con hielo (algo derretido por mi tardanza), una botella de vodka, dos de vino; chileno y español, una de Camus VS y para variar… Tradicional, así, simple así voy a recordar a Luís, el tomando una copa de Tradicional acompañado de modelo especial… jaja… que raro, en fin clichés son clichés y no hay por que decir mas.

Habíamos quedado en vernos desde hace ya dos días, el viernes en la noche que nos vimos en el bar, ahí entre humo de cigarro, notas de jazz, copas embriagantes y delirantes nos dijimos el vernos el día de hoy, y así fue, aquí estoy, en su casa, viendo el concierto de Diana Krall live in Paris, ya con media botella de Stoly en mi sangre y otra tanto de Quato, que pasa? Quien ha dicho que es pecado o censurado el beber el día que Cristo resucito?..

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-¿Cómo estas?
-Bien, en serio que bien.
-Que yo te veo raro… algo no dices…
-Pero que va, en verdad, estoy bien, un poco cansado pero en lo general las cosas marchan bien…
-Bueno, bueno, bebamos, que a mi me gusta disfrutar la vida…
…Si, pensé yo, hay que saber disfrutar y para ello, hay que saber que es sufrir, quizás ante la ciencia de la Física el frió es solo ausencia de calor pero en las emociones humanas el frió es eso, es frió, punto.
Para que citar toda la conversación, las cosas buenas que dijimos, las malas, las bromas, los comentarios sobre la comida, el vino, la música… lo que importaba es que estábamos en confianza, “-Yo no invito a cualquiera a mi casa”, me llego a decir “-…yo no soy cualquiera…” le llegue a responder y eso era verdad, cuando uno crece y se vuelve mas rígido y por alguna causa busca que la comodidad sea su entorno y busca hacer todo para ello, cuando uno se libera de los padres y vive solo, el mostrar su lugar es cosa seria, es develar la intimidad de uno, el modus vivendis, (a menos de que vivas en un hotel) y calificamos a todos previo a extender una invitación, pues esta era la segunda vez que me invitaba a su casa y como la cuarta vez que hacia mención sobre su elección estricta de filtrar a la sociedad y sus invitados.

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Luís es todo un personaje, vive con su pareja (un tanto mas joven que el, algo clásico en nosotros, los cazadores), viven en el centro, tiene un bar, un encanto, gusta de la vida como el mismo dice, es un helenista, el vino, la música, las artes escénicas, las letras, tiene un rico acervo cultural y de experiencias. Gusta esta estar rodeado de gente inteligente, original, (quien no?). La primera impresión que tuvo de mi no fue la mejor, esto lo supe semanas después de que nos comenzamos a tratar, pero luego nos entendimos bien, somos francos, en eso se basa lo nuestro, en nada mas que la sinceridad, suelo llegar cansado a su bar y tomar algo de la variedad, otras, ya se que quiero, pienso desde que estoy en la oficina o en el auto, en luz roja. Da igual como llegar, caminado, taxi, auto propio, aventón, con estomago lleno, playera o saco, pantalón o tenis, somos todos bienvenidos ahí, en el bar… buen lugar para pasar el tiempo libre…
Luís es sensible, algo superfluo al principio (quien no jaja), pero es interesante, todos somos mas de lo que aparentamos pero seguimos a Oscar con la filosofía “…it is only shallow people who do not judge by appearences” así, todo esta dicho. Fuimos en esa sesión de Vivaldi a Krall, de Piaf a Madonna y por que pasar por alto las películas españolas y una que otra americana (jaja, todas piratas, o bueno, la mayoría, el lo dijo – lo pirata es lo mejor!...)
Tiene 4 (cuatro) perros, no se de que sexo y en verdad que no importa para el tema, los quiere, les habla, los mima y atiende, yo mismo le di una pierna de pollo a uno de ellos que se la llevo gustoso a una esquina y no la compartió con los suyos. A mi me gustan perros grandes y los gatos con tres colores.

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-Todos tenemos manías… Le dije yo a el, Luís asintió.
- Que son los hombres sin los vicios?, que somos los vivos son las manías?, sin las fijaciones?, paciones?, perverciones menores? Me quede callado, me hizo recordar algo, me hizo pensar en…

Moscú, verano del 97 fue mi mas temprana inquietud que recuerdo por adquirir algo bello, algo que no podía describir pero que me hacia vibrar, me maravillaba, solo supe que lo quiero, que este pequeño detalle podría marcar a alguien, a una persona que algún día aparecerá y yo sabia que le pertenece y ahí se lo daría. Así regrese de ese viaje con el Triton de plata en la base de obsidiana negra, un pequeño monolito, mi fascinación por un año, hasta que conocía a F…. y supe que ese objeto de mi culto era para ella, se lo entregue antes de que ella se entregara a mi o yo a ella, eso fue bello. Habría de pasar años antes de que lo concientizara.

Venecia, aquella de viajeros, ciudad-estado, cuidad de canales, de peste, de mercaderes y ahora de los románticos, era verano del 2001, recurrí las calles, me perdí, tenia 20. Ahí en medio de las calles sin salida, los puentes angostos y calles sin árboles encontré tienditas que vendían murano, por algo era famosa Venecia antes del marketing occidental, era por el murano y por las alfombras, era famosa por ser mercader, cuna de grandes navegantes. Ese año, el comienzo de mis viajes, de entre todas la cosas que me traje de esa aventura, dos dijes me obsesionaron, dos dijes pequeños de murano, uno en blanco y negro, el otro colorido como un calidoscopio, los dos tuvieron destinatarios, ninguna de ellas creo que le dio la importancia que tuvieron para mi, por encima del dinero, sobre el detalle, fue mi pensar en lo belleza, la femenina, el imaginarme algo lindo en una persona bella, el arte deco es terrible es lírico, seductor, embriagante a mi parecer…

Moscú vino de nuevo, y luego Piter, ahí, en el Kazansky Sabor encontré un piezesita, una triangular: marco de plata y al centro ámbar verde, con huellas de burbijas en el. Fue lo que quise para ella, para mi pareja, con la que pase infinidad de experiencias, años y años compartidos, siempre que la veía ella llevaba el dije, fue nuestro pacto en silencio, nuestro símbolo de unión, ahora ya no estamos mas, y supongo que el dije de ámbar verte que tanto aprecio ahora esta en su buró, en la pared que se yo… que pieza tan magnética fue para mi…

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Era de noche, mejor dicho caía la noche sobre la cuidad, termine con la oficina, el año estaba comenzando y yo quería un calendario, uno como el que tuve el año que se fue, me lo habían regalado. Un calendario de Bruno Bisang. Fui al único lugar donde supuse que encontraría algo así, la librería esta situada sobre López Cotilla, unos metros hacia el centro pasando el Nude, había trafico, no había lugar, así, me quise estacionar en frente, eche un vistazo y vi lo que me pareció una Sex Shop, pensé “no hay problema”, pero si lo hubo, el dueño salio y sin ser rudo me pidió que buscara otro lugar, conversamos un poco (algo raro cuando te niegan un derecho que creen legitimo) y busque otro aparcamiento. Busque y busque dentro de la libreria y nada, salí de ella con desanimo, en verdad quería ese calendario de total estética femenina, cuerpos desnudos, bellos, algo nostálgicos, joviales, llenos de vitalidad y vanidad. Cruce la avenida ruidosa, y me dije “por que no?”, me dirigí a la tienda. Entre, algo pequeña pero bien distribuida, lubricantes y juguetes, ropa interior tanto para ellas como ellos, el dueño me saludo con amistad como a un viejo amigo (luego de nuestro encuentro minutos antes…), me dejo ver y luego me acompaño para ver que es lo que yo quería. Un chico entro detrás de mi, entendí que buscaba, y me reí por dentro con sonrisa maliciosa “-jaja, no lo lograras y no soy de tu tipo” fue lo que paso por mi mente y seguí viendo las prendas que se exhibían. Ya antes había entrado en tiendas de ropa intima femenina, nunca en mi cuidad siempre de viajes, primero New York, luego Chicago, siempre me es difícil decidirme y entrar a tiendas así, siento que me expongo, cargo con un tabú entupido, pero es verdad… mi niño interior se ruboriza, me da vergüenza, que patético me siento en esos momentos…
Me sentí en confianza, comenzamos a charlar, sobre la mujer, sobre el hombre, sobre la cama, los juguetes, el fetiche, las prendas, y demás participes en la escena erótica. Esta tiendita tenia su encanto, adentro un cuarto con juguetes eróticos, era una combinación entre Sex Shop y tienda de erotismo… pensé en el Distrito Rojo y sus vitrinas, recordé sus tiendas… recordé otras Sex Shop que he visitado en Las Vegas y en GDL.
La lencería es un arte para mi, un arte deco invaluable, así como los detalles de los pendientes, arracadas, dijes, diademas si son sabiamente elaborados y encuentran a la portador adecuada son obras de arte de culto, así es la lencería, ese enigma que no muchos exploran, que muchos quisieran y no se atreven, aquí en donde estoy, todo es privación a veces pienso, no ha gozo, esta censurado, se castra a la mayoría desde infantes y no pueden permitirse el disfrutar el deleite, y si lo hacen siempre será algo a escondidas, algo que solo revelaran como una pasión baja, prohibida… el chico se fue desalentado por mi atención hacia las panties y bras, hacia los detalles, la tela, los cortes y modelos. Pase más de una hora en ese local, hable con el dueño de fotografía, de calendarios, de juguetes, de mujeres, de tallas, de cuerpos, de la parafilia, del cliché, del estereotipo, de la lencería… Salí sabiendo mas de lo que me podría imaginar, salí con un interés que tenia dormido, me subí al auto con catalogo en el bolsillo de lencería colombiana, la idea de imaginar un cuerpo con algo así me hizo divagar… Creo que lo mas duro de enfrentar cuando se tocan los temas del cuerpo es que Todos o la Gran mayoría no se acepta como es, la mercadotecnia y los diseñadores marcan la tendencia de la moda, de la forma de los cuerpos de lo que se supone que es bello, todos quieren algo bello para si mismos, todos quieren ser bellos, pero cuantos tiene la voluntad?, la belleza es genérica, casi clasista por la selección artificial, la estética es cruel, es elegante, deslumbrante y fría, única, Ovidio escribió de ella antes de muchos, Publio lo supo antes de que la industria cosmética hiciera millones, existen dos clases de personas, las bellas y las no. La vanidad es una cualidad en todos presentes, algunos la alimentan más que otros. La belleza del cuerpo es fugaz, temporal, por que privarnos de ella, gocemos del cuerpo, es nuestra mejor herramienta para enfrentar al mundo…
Llegue al bar y hable del tema, llegue a casa y hable del tema, navegue en la red, leí sobre casas de costura EA, Victoria, La Perla (que mas podría yo saber es ello?) Leí, navegue y me prometí descubrir este mundo tan seductor, tan lascivo, erótico, me identifique con el, lo sabia desde siempre, mi manía…

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El año pasado volví a Rusia, volví a los museos, los monasterios, galerías, bazares, las rutas turísticas, las noches blancas, los canales, los amigos, la vida bohemia… Recorrí Piter, Moscú, Kirov busque litografías y dijes, busque jade, amatista, malaquita, plata, ámbar, busque chales, busque piezas que podrían revelar o dar mas atención a aquellos que los portaran, cada vestigio que adquirí, lo pensé, lo vislumbre en alguien, imaginario o real, algunas piezas fueron para alguien ficticio, para alguien que aun no conocía pero el día que lo hiciera yo sabría que es para esa persona así pase mis días solos en la enorme Rusia… A través de esto me doy cuenta de una manía mas, la manía de Adonis, la manía por lo físico, lo que se muestra en primer instancia, y si me dicen superfluo por ellos, que se vean en el espejo, que busquen en sus ojos o detrás de ellos su verdad y dejen vivir, que no es mi culpa el que su represión los haga viejos, intolerantes, amargados y esclavos.
Lo que traje a mi puerto de ese viaje lo entregue, casi todo y algo he guardado para la ausente, la que no descubro, la que aun no conozco, a la que aun no rindo mi tributo a su ser…

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Mi ultimo viaje fue a Miami, fui por negocios, pero sabia que iría a buscar esa tienda en Coral Gables y la encontré, la lencería mas digna, mas audaz, elegante y estética, me deleite, solté las riendas, me deje llevar, yo era el único cliente, tres empleadas, finas, lindas, luego de casi marearme con la variedad (me sentí como si estuviera en una perfumería oliendo fragancias) y con los ojos jugueteando mas y mas en mis orbitas, mi decisión tambaléate, me pregunte si había café para limpiar mi “olfato” y me trajeron champagne… es fue nuevo para mi… me relaje y decidí tres prendas, dos paquetes y una bolsa para llevarme todo…

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- Aun tengo la bolsa con los dos paquetes y las tres prendas en mi armario. Le dije a Luís…
- Sabes a quien iran?, Sabes que no es lo mismo darle a un chica hermosa un dije que para ti vale mucho que darle una joya como estas, no es lo mismo dar un chal que dar una Perla…
- Mmm… para mí esta clara la idea… y tienes razón, es difícil entender o interpretar el fin con el cual entregas algo así… por eso mismo pienso que esto no lo entregare tan fácil…
- Jaja amigo! Me agrada tu forma de ser.. Pero bebamos!, que la vida es una y a mi me gusta disfrutarla!!!
- Se me ha vaciado la copa… dices que hay una fiesta en casa de Jabo?, vamos pues para saludarlo….