En cada circunstancia
en cada momento,
está tú imagen frente a nosotros,
desde que nacemos, estás tú madre
en nuestra formación, estás tú profesora,
y en las manos de la enseñanza, mis queridas alumnas
en el matrimonio, querida esposa,
para luego disfrutar de las hijas y nietas.
Tú, siempre tú,
mano importante en momentos difíciles,
y también en alegrías,
compartes con nosotros el día a día,
tú eres el reflejo que emociona
y sensibiliza,
tú completas nuestra vida,
a ti te hablo en este día,
mujer frágil,
mujer amiga.
No es solo un día que estas con nosotros,
sino los trescientos sesenta y cuatros días,
que traducidos en palabras sencillas,
es un año,
en que estamos anclados en la filosofía
del amor incondicional.
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