-¡Abracadabra! -dijo el brujo a las puertas de la roca-
Y la roca se elevó sobre nuestras cabezas como un globo hinchado.
De dentro de la cueva salieron sombras que nos abrazaron, y la roca se desplomó sobre los presentes convertida en pétalos de rosa negra.
Un mes después, yo dormitaba en una isla del Pacífico.
Pero nadie contó jamás lo sucedido.
Hasta hoy.
Texto agregado el 03-03-2008, y leído por 101
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Lectores Opinan
03-03-2008
Interesante inico, esperamos las demas partes, saludos desde Iquique Chile. esposo_de_mitsy
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