MI MUERTE AMIGA
Encerrado en cuatro paredes me encuentro, en un cuarto muy pequeño, junto a mí una desesperada madre está, quien se encuentra haciéndome compañía en esta triste etapa que me ha tocado vivir, pues me detectaron esa enfermedad agravada que todos llaman “cáncer”, los exámenes médicos que me hicieron concluyen que en cuarta etapa estoy, la quimioterapia recetada no hace efecto en mi, me dijo el doctor con mucha sinceridad, “hijo... tienes que ser fuerte por que si tu estas mal tu familia también lo está”, aún cuando sé que no hay cura para esta enfermedad, yo me aferro a esta vida, y sé que puedo vencer al cáncer, pero lamentablemente la ciencia médica la espalda me ha dado y me dice todo lo contrario.
Todo empezó con simples dolores de estómago que dejaba pasar, quien iba a pensar que la muerte siempre avisaba pero nunca le tomé atención. Bueno, aquí me encuentro postrado en cama, pensando en tantas cosas que hice, que no hice, el abrazo que un día le negué a mi madre, las peleas sin motivo con mi hermano, el libro que me faltó leer, el árbol que nunca planté, etc etc.
las inyecciones que me recetaron ya no surten efecto en mi, pues el dolor es cada ves mas fuerte, incesante, la morfina me libera de este dolor solo una hora al día, la adicción ahora es una fiel amiga, ya no puedo soportarlo, “Dios mio donde estas, por que de tu hijo te haz olvidado”..... los dias pasan lentamente, estoy débil y delgado pues la quimioterapia 20 kilos me ha quitado, los párpados me pesan, no he probado alimento hace mas de un mes, el suero ya se acabó, por favor le digo al doctor, ayúdeme a curar este dolor, él solo atina a decirme: resiste, resiste hombre ese dolor ya pasará.
Nunca pensé que una persona pueda esperar como cura a la propia muerte, en mi caso la esperé, la llamé, la invoqué “muerte amiga llévame, por favor termina con este dolor”... fui a buscarla el lunes por la noche, aproveché la soledad e hice mi ultimo esfuerzo, pude llegar a la cocina, cogí un cuchillo y decidí quitarme lo que en mi caso ya no era “vida”, les juro que ese no era yo, era un adicto a la morfina, un loco que esperaba a la muerte amiga, un antisocial que no conversaba sino, solo se quejaba de dolor, pero no logré mi propósito mi hermano de un salto el cuchillo me ha quitado, me abraza y cae en llanto como un niño mientras en sus brazos me lleva a la cama......
Han pasado cuatro meses y 5 días de mucho sufrimiento, son la las 2 de la tarde, al fin ha llegado mi cura , “la muerte amiga” “la otra vida” “el sueño eterno” , mi madre, mis hermanos y mis amigos llorando están, la desesperación los embarga, pero se que en el fondo resignados están, ahora soy libre, no hay mas dolor, en realidad si lo hay, por que a mi familia dejo hoy, los quiero mucho y los espero en la nueva vida, para nuevamente estar juntos..... los quiero! Adiós.
..... Dedicado al amigo y hermano Anthony Gomero Mendoza Q.E.P.D.
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