Yo creo que morir no duele,
duele más la razón por la que mueres,
o tal vez duele mas morir sin razón.
Yo no creo que duela el amor,
yo creo que duele el corazón al amar,
y duele el cerebro,
también duele el estomago.
Duele todo el cuerpo cuando amas de verdad
y también duele cuando odias de verdad.
No me duele lo que no tengo,
me duele lo que de verdad quiero y se que nunca tendré.
Y así como no me duele lo que no tengo,
no me duele perder lo que no tengo
o perder lo que en realidad nunca fue mío.
Así como he perdido amores
que me hicieron doler el corazón,
el cuerpo y el alma,
así también he dejado ir falsos amores,
porque a decir verdad a veces los falsos amores
pueden doler mas que los amores de verdad.
Que ironía.
No me duele desaparecer de vez en vez,
me duele mas desaparecer y que nadie lo note,
que no lo notes tú. Que no lo note el sol,
la luna y las estrellas,
que sólo lo note el silencio,
con su quietud ininterrumpida.
Yo creo que no duele el alcohol en el cuerpo,
que no duele el vodka en la lengua,
ni las navajas en las venas,
ni la soga en el cuello o la pistola en la sien;
creo que duele mas la razón lastimada,
herida de tal forma que ha decidido quebrarse y dar paso a la locura.
No duele tanto perder un auto,
ni una casa,
ni el dinero.
Duele mas perder en consecuencia
a alguno de tus tan llamados “amigos”,
entrecomillado por la única, triste y dolorosa razón
de que tal vez nunca lo fueron.
Duele mas saberte solo,
sumido en ti mismo,
en la ira hacia ti,
en el dolor de los brazos que se sienten pesados
y que no se dejan levantar tan fácil.
Yo creo amigo,
que no me duele nada si no tengo nada,
que el dolor es pasajero,
como lo material,
como la vida misma.
Y no me duele el yo,
no me dueles tú,
no me duele el mundo ni mi mísera existencia.
No duele ya nada,
ni siquiera el corazón.
¿Arrogante?
Tal vez.
Eso si duele,
porque tal vez me vuelva ciego
y no vea lo que de verdad duele,
y tal vez lo sienta pero no me importe,
ignorando mi piel,
me dejaré llevar por la oscuridad del vacío
que me dirá que no duele nada,
porque nada hay. |