Carlos Eduardo irradiaba de felicidad, estaba muy contento, dentro de pocas horas tendría una cita con su amada secreta. Ella lo esperaba ansiosamente, su esposo trabajaría hasta tarde, quedaría tiempo de sobra para hacer travesuras amorosas. Pero Dios a través del destino, tenía otra jugada para el, la lluvia incesante no permitió que llegara a su búsqueda. A cambio recibió una cita con el cuerpo de Bomberos, que después de un largo esfuerzo, logro sacarlo de su vehículo, minutos antes de que el agua le llegara hasta el volante del automovil. María Elena lamento lo sucedido, la infidelidad no la pudo concretar, se quedo con el sin sabor de desear algo y no tenerlo. Pero para Carlos Eduardo esto represento una señal, era mejor dejar las cosas así, al final si lo quería debía separarse y lo lógico es que aclarara su posición. El se dijo para si mismo que todo tenia una razón de ser. El tiempo le daría la razón, meses mas tarde apareció en el periódico la noticia que dio vuelta en todos los diarios nacionales e internacionales. La cara de Armando el mejor amigo de ambos, había traspasado las fronteras del país, el motivo fue la golpiza propinada por el esposo celoso de María Elena.