Luis Mendoza, encargado de la investigación, había llegado al lugar del siniestro en apenas veinte minutos.
El avión había caído desde tres mil pies de altura convertido en una bola de fuego, todo estaba fundido, todo era casi polvo, no había supervivientes, y de ellos no quedaba resto alguno, se incineraron cayendo al vacío.
Luis Mendoza hizo peinar un gran perímetro en busca de alguna pista, pues debido a una tormenta no recibieron comunicación por radio desde el aparato en el momento incierto en el que se precipitó. Al poco rato una voz grito: “ ¡ Aquí hay algo!”, Luis lo recogió del suelo, era una bola de acero marcada con dos líneas paralelas repartidas por el diámetro del objeto; del tamaño del puño de un hombre o algo mayor... La bola apareció a unos mil metros de la zona de impacto, realmente no se sabía si pertenecía al aparato...
Un poco más tarde y como un milagro pudo recuperarse la ansiada caja negra, para Luis, fue un alivio, ¿ se habría registrado la última conversación de abordo?
Mendoza, con ese nerviosismo propio de cuando no sabes que vas a encontrar, cogió la cinta grabada, la introdujo en el reproductor y escuchó:
- (Capitán) : escucho ruidos en el pasillo, ¿ pasa algo?
(Azafata) : voy a ver, hace sólo un momento que he pasado por allí y todo estaba tranquilo...
( Se suceden unos segundos de incertidumbre)
(Azafata) : ¡ Un señor se ha puesto nervioso y quiere salir del avión¡
( Capitán) : trate de tranquilizarlo, averigüe quién es ese tarado... ¡ Dios, dios ,dios, perdemos altura rápidamente!
(Azafata) ¡ Ese tarado es el campeón del mundo de Petanca, ha lanzado una de sus bolas contra las ventanillas y el aparato se despresuriza!
Luis Mendoza extrajo la cinta y la mandó al ministerio, luego pensó: “ Nunca un deporte de jubilados había causado tantas victimas... “
Un mes después el Comité Olímpico Internacional, vetaba de por vida a la Petanca.
Dos meses después en Francia y España se formaba una guerrilla en defensa de la petanca compuesta por pensionistas de ambos países...
Un mes después, ante la falta de medicamentos para la tensión y la próstata restringidos por los cuerpos y fuerzas de seguridad del estado , la guerrilla se rendía...
Dos semanas después un decreto europeo obligaba el uso de bolas de plástico rellenas de arena para el juego de la petanca suprimiendo el acero fundido.
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