Cada vez que veo la luna,
un soplo de tu memoria
llega hasta mis manos, y
te contengo en mis pupilas,
mi aliento y mi voz.
Es como si la concepción
y conciencia del tiempo,
no pudiera separarla del instante,
en que, un día de luna llena
apareciste en mi vida, y
como si un chispazo divino
sacudiera los cimientos,
de la patria que construiste en mi
de la fragancia que dejaste en mi entorno.
Pones a temblar el árbol de mi vida
con la esperanza de volverte a ver,
que llenes mi santuario interior
de tu esencia de luna.
Decías que tu, siempre
eras como
luna llena, siempre plena,
esplendorosa, llena de energía;
creo que era tu ímpetu
ese algo etéreo, latente,
ese polvo de estrellas,
que siempre te ha cubierto ,
lo que energetizaba tu cuerpo.
Por eso, es tanto lo que siento
por ti , que cada vez que veo la luna
el sentimiento se me
sale del corazón y me brota por las manos
en forma de versos para ti,
así voy sembrando poemas
pintando bocetos, recreando sinfonías,
y en este instante, revelador de oportunidades
que me congela el aliento,
que el tiempo quema los segundos,
hoy que es noche de luna llena
quisiera que esta historia,
tuviese un final distinto
que tu también te atrevieras,
y que estuvieras aquí conmigo.
Se que en algún momento, la vida,
el karma de los acontecimientos
ese espejo de causa y efecto
habrá de recompensarme ,
y nos reencontraremos en el solsticio de verano. |