¿Sienten las montañas angustia?
Es absurdo, ¿sienten, acaso, los perros su perrada?
Pero subitamente me abruma la pregunta
y no alcanzo a llorar mi silncio.
Es bella la montaña
y es bestial la perrada del perro.
¿Es humana mi duda?
¿Es, así, incierta mi vida?
Mi duda que se yergue imponente
en el horizonte de mi vida.
Mi duda que se adhiere
a mis carnes y mis huesos
hasta hacerme sentir mi bestial perrada.
Trasladar dignamente en dos patas
mi brutalidad, mis escombros.
Siento pena de la montaña
y comprendo su angustia.
Terca expresión de poder encadenado,
libre fijeza. ntrasladable, insoportable.
¿Y que hay del perro
rascandose cuando le pica?
¿Y que hay de mí, sintiendo culpa
de mi picazón y mi rascada?