Después de tanto tiempo he vuelto a escribir, pensé que era solo una hidalga manía de expresar mi entusiasmo, en fin, mi sentir...
Los días pasan y sin darte cuenta salen los años a perseguir la carrera de niñito sensible, que solo llora cuando las penas son del rasgo propio. Pero cuando la pena realmente te atrapa te quedas impávido, sin ganas ni energías (a veces ni alma).
Las ironías de la travesía, ésta de vivir, me regalo un Hijo, un Ángel, un ser que sin saber le llamamos Renato y el viento lo convirtió en No Nato, solo cuatro meses duro su latidito, dulce sonido que escuché y recuerdo aun y me duele. Se fueron sus pasitos a vuelo en el cielo de los cielos.
La vida me hizo hombre diría alguno por ahí, pues a mi, ¡la vida me hizo persona! y sin renegar a mi esencia, me hizo llorar.
Aun heridos los pasos se hinchan con el tiempo y nos dio el acierto de volar de nuevo.....Pero aun así, y Agradecido de Dios, ¿como seco las lagrimas que brotan casi invisibles de nuestras almas? De tu mano y tu vientre haré un pañuelo que las enjugue.
Y después de tanto tiempo he vuelto a escribir, sin saber siquiera que mis palabras las sabe él, ojala broten azules de mis ojos, por que de rojo se quedo el pensamiento y la razón. Ojala el alma haga de fuerzas y lleve nuestros pesos. La gracia de todo esto es que te tengo y me tienes y en el Eterno mirando con ojitos de compasión tenemos un Renatito que brota luz en tu vida y vida en nuestro amor.
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