Maria fijaba sus ojos en los de aquel hombre;
Maria intentaba comprender las palabras que de el vertían,
Maria lloraba lenta y penosamente.
Como diablos era posible de que aquel hombre fuera tan ignorante
Con su bata de medico y su aire de superioridad,
Como diablos se le pudo ocurrir la estupida idea de que era una “bala perdida”.
Perdida, si ella muy bien sabia donde se encontraba; ¿como “perdida” ?si se encontraba en el pulmón izquierdo de su difunto hijo.
Texto agregado el 26-02-2008, y leído por 343
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