(Retazos de versos anteriores )
Paloma Caminaba solitaria, perdida,
Había en ella tristezas Inmensionables,
Soledades interminables.
Deseos cobardes… esas realidades fatales.
Despertó
y como todas las mañanas beso sus mejillas,
la miro a los ojos y le dijo buenos días.
Ay soledad testaruda! que te has quedado,
Soledad caprichosa, que has tomado su corazón rehén,
Que compartes sus silencios y sus tristezas.
La luna, no encontró donde esconderse del sol,
y como todas mañanas, la soledad volvió a besar sus mejillas,
y se sentó junto a ella a esperar que se acabe la vida.
En un instante se vio frente al mar,
Al borde del acantilado,
Abajo las olas enfurecidas con su tristeza, la esperaban y la tentaban,
La soledad casi la empujaba
Y esos deseos cobardes que no renunciaban.
Se vio envuelta por el perfume de la muerte
Pero el destino hizo una jugada,
Como un partido de ajedrez,
Concilio una movida perfecta,
Para que se encontraran frente a frente.
Y como un regalo de cumpleaños apareció… Pablo
Él la miraba alucinado y en sus ojos se leía
-Cuanto anhelo que me quiera-
Y logro colmar su vida de esperanza
Encendió la llama de frescos sueños,
Como magia del firmamento, conspiración del destino.
Decoro la vida de Paloma con matices que aun no existen
Y pinto su corazón con los colores de un arco iris nuevo.
Todo lo que necesitaba su existir estaba allí,
Mi corazón se fue de mi alma para posarse ti- le dijo Él
Y ella, inmóvil, cautivada por su mirada le contesto- Me extendiste tu mano y no caí-
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