Te recuerdo perdido en la sombra, esa sombra que nublaba mis ojos por el simple hecho que no sabia que estaba haciendo, el temor, la duda ambas mezcladas con el narcótico tan espeso que invadía mis venas en es preciso momento, y que hago ahora ya se ha ido y me encuentro aquí sepultada entre las sabanas de tu cama o de quien sabe, el caos de mi cabeza aun no se ordena, veo algo mas que sudor entre las telas que cubren mi desnudo cuerpo, pese a que no era la primera vez que hacía esto jamas vi una mancha semejante _sangre_ si lo era había perdido aquello que al parecer me daba valor ante los ojos de una abuela desgraciada _Virgen hasta el matrimonio_ “ni María era virgen, quien diablos eres para juzgarme” .

Tus brazos me rodean posesivos, al parecer fue tu primera vez o quizá era que deseabas que fuera yo quien te aceptara, eres apuesto lo admito, y pese a que no recuerdo nada quizá no haya sido tan malo. Me levanto, lo se, debo volver a casa, al menos ahí no me falta nada para satisfacer necesidades básicas, por los demás me las arreglo como pueda.
_no te vayas
Dices aun entre dientes, el sueño no ha abandonado completamente tu cuerpo.
_déjame, me espera mi abuela
_pero si fue ella la que me trajo aquí
_¿Y que esperas que te haga una fiesta?
_ tu no, pero no quiero que te vayas ahora somos algo mas que amigos...
_jajajajajaja cierto somos unos desconocidos que tuvieron sexo
_curioso, a mi me pareció algo más que solo sexo
_muy tu gusto, ya me voy.


Intento levantarme, pero aun me sujetas por la cintura, en realidad no quieres que me vaya y eso es un problema, no pretendo concretar nada con nadie, y mucho menos ahora que sé mi abuela está inmiscuida.
_¿Fue tu primera vez?
Atino a decir con cierto deje de burla, no estoy para soportar estupideces infantiles.
_No pero la tuya si, y eso me fascina.
Me miras con lujuria, si debo catalogarlo como eso, río para mis adentros, te crees tan importante solo por eso, pobre idiota.
_¿por qué estas tan seguro?
_por esto

Señalas atinadamente la marca roja que aun está impregnada en las sabanas, te incorporar medianamente y recargas tu rostro en el hueco de mi cuello y mi espalda, suspiras entre el y provocas en mi cuerpo un reflejo de aceptación, mi rostro sin embargo es indiferente, aun tus brazos me rodean pero en esta ocasión se encuentran a la altura de mis senos, tratas de presionarlos pero te lo impido, no mas, no te daré el gusto de ser algo para ti.
_NO
_vamos ayer no te estabas tan rejega
_ayer estaba ebria, lástima, me parecías un bonito juguete...ahora no eres mas que un lastre.

Te mueves nuevamente, ahora me obligas a volver a recostarme, tú, encima mío miras con desprecio.
_eres una ramera, como lo dijo tu abuela
_¿Entonces, lo sabía? Que alivio ahora no tengo por que ocultarlo mas
_creí que eras una persona que valía la pena, pero veo que solo eres BASURA

La ira invade mi cuerpo, no tenía por que decir eso, de todas formas quien es él para decir si valgo o no la pena. Te odio, ahora siento algo por ti y no es nada que hubieras deseado, la mejor forma para callarte es jugar tu propio juego, pobre tipo te arrepentirás.

Giro mi rostro en dirección de tu entrepierna y recuerdo a aquel que me hace sentir algo, provoco un sonrojo en mi propio rostro y volteo a verte, sonrío mimosa atraigo tu rostro y te beso lo más tímidamente posible, siento como tus labios se curvan para mostrar una leve sonrisa de satisfacción, mientras tratas de presumir tus dotes de amante, te falta tanto; puedo sentir como es que te has elevado, te doy libertad de hacer lo que gustes, no opondré resistencia, por mi parte no siento nada sin embargo se que debo fingir, elevas mi cadera es el momento un poco de presión en un punto de tu espalda y caes sobre de mi, no lo conseguiste, estas consiente pero paralizado, no puedes hacer nada.

_¿Qué pasa, ya no puedes moverte? Lástima
_¿Qué me hiciste?
_nada, al menos nada grave, se te quitara, y espero recuerdes muy bien dos cosas 1- seré una ramera, pero no soy basura, y 2- recuerda muy bien lo que sentiste anoche por que JAMAS volverás a hacerlo. Perdón ya tengo que irme.

Me visto, y al llegar al la puerta de su departamento encuentro a mi abuela, me mira como siempre sobre la nariz y con su clásico aire de superioridad.
_¿Qué te parece tu futuro marido?
_es un mamarracho, por cierto abuela me largo de tu casa.
_y a donde vas a ir, tus padres están muy lejos
_a donde pueda ser libre.