Peter Wilson realizaba tranquilamente sus labores de controlar el instrumental del equipo de enfriamiento de la nave Explorador VII, que viajaría no tripulada por el espacio sin un destino fijo, sino solo para recopilar información durante el viaje, fundamentalmente de algunos asteroides, más bien de una cantidad importante. Éstos fueron descubiertos por el explorador VI, cuya información era que esos asteroides contenían hielo, dato al parecer clave para acercar algunas teorías del origen del universo. Peter una vez satisfecho de la corrección de todo aquello relacionado con su responsabilidad, se disponía a abandonar la nave, pero al momento de tomar el ascensor para bajar y dirigirse a escribir su informe; resbala cayendo y golpeando seriamente su rostro contra el piso metálico de la nave, no bien su rostro toca el duro suelo, ocurre que misteriosamente e inexplicablemente se desprende su nariz deslizándose y quedando muy escondida en un rincón, cerca del computador central de la nave. Entre ruidos de sirenas y un gran despliegue de rescate es sacado de su posición y trasladado al Hospital de emergencia que la NASA posee en sus importantes instalaciones. Sorprendentemente Peter observa el rescate de su propio cuerpo desde su Nariz, Nariz que parecía albergar completamente a Peter y pese a los gritos desesperados que profería, nadie le descubrió... o quizás simplemente le parecía que gritaba.

El lanzamiento de la nave no sufrió alteraciones por este desgraciado hecho, estando todo en condiciones a una hora de ser internado Peter, se produjo el despegue, a las pocas horas la nave y la Nariz, alcanzaban la velocidad de la luz abandonando la galaxia y mientras la base en Texas recibía los primeros informes.

A seis meses de viajar a 30.000 Kms. Por segundos entraban la nave y la Nariz en una galaxia desconocida en los mapas estelares, no era posible acceder a dato alguno respecto de ella aún. La nave fue perdiendo velocidad y fuerza al punto que casi detenida de pronto se encuentra en lo que parecía un nuevo planeta, envuelto todo en una especie de vapor color anaranjado y por momentos se tornaba amarillo, la nave toca suelo suavemente, La Nariz comienza a flotar dentro del explorador VII y Peter poco a poco va retomando conciencia dentro de su Nariz, es más, Peter es solo una Nariz. Se desplaza con curiosidad y abandona la nave, grande es su sorpresa al ver gran cantidad de cosas flotando muy cerca de lo que es la superficie de este extraño planeta,
--¡Dios mío, que es esto!--- exclama Peter,
se acerca para examinar de que se trata, unas especies de manos color verde oscuro pasan cerca de él, Ve cosas similares a orejas muy largas y de colores imposibles de definir, de pronto pasa algo equivalente a una Nariz, flotando muy cerca suyo, le pareció que fue saludado cortésmente, siguió desplazándose. No podía creer la cantidad de cosas parecidas a órganos y miembros de cuerpos, similares a los Humanos, pero no eran humanos. Peter comienza a desesperar e intentaba llorar, no podía, no sabía como hacerlo desde una Nariz. De pronto ve un Dedo Humano, un dedo índice ¡un gran dedo! Parecía pertenecer a algún minero, por sus callosidades ¡no podía creerlo! al menos era algo humano, se acerca y ¡OH! Sorpresa se podía comunicar perfectamente, en forma telepática a la perfección.
--Hola Soy Peter--- dice la Nariz – Peter Wilson---- agrega
– Hola soy Jhon, y es realmente un gusto – contesta el dedo.

--¿Cómo es que estamos en esta situación? ¿Qué sabes de esto Jhon?—Requiere nuevamente la Nariz
---No es muy complicado, aquí llegamos todos aquellos de cualquier planeta sin importar de que galaxia y tenemos pendiente nuestra definición entre la muerte y la vida, llegamos hasta este lugar en forma instantánea, personificados en alguna parte de nuestro cuerpo, si observas los demás miembros y órganos que se desplazan en este lugar son muy diferentes a nosotros, ellos son de otros mundos muy lejanos, pero somos regidos por el mismo ser supremo. ¿Acaso no llegaste así Nariz? –
--NO, yo vine en una nave,-- responde Peter—
--¡Ah! lo tuyo es muy extraño--- replicó el dedo--- y agregó,
--¿sabes? Tengo casi la certeza que eres la nariz que estado esperando desde hace mucho, eres una bella Nariz, y siento un extraño y fuerte impulso.
--¿qué impulso?-- Pregunta la nariz con cierto rubor –
--Tengo ganas de introducirme en una de tus fosas. –
--¿Cómo? ¡No olvides que yo soy Peter! Peter Wilson y no puedes hacerme una sugerencia de ese tipo, me parece de muy mal gusto y...---
--Verás -contesta el dedo-, para mí eres una nariz, sí, una hermosa Nariz y no hay dedo que no sienta este impulso de introducirse en alguna fosa nasal. Es más yo creo que llegaste hasta aquí solo para esto, ni hablar de la hermosura de tus fosas, agraciada nariz--- Y diciendo esto el dedo da unas vueltas alrededor de Peter, sorprendiéndole e introduciéndose en la fosa derecha, mas o menos hasta la segunda falange;
--¡NOOO!, ¡Fuera de mí dedo inmundo! ¡Nooooo!, ¡fuera!—
Gritaba y vociferaba Peter; eran tan grandes sus exclamaciones que alborotó todo el servicio de terapia intensiva,
--- ¿que ocurre enfermera? -- preguntó el médico
---es Peter Dr. que vuelve de la anestesia--- responde la enfermera. Se acerca el médico y le dice --¡Tranquilo Peter Wilson! La operación de Tabique nasal fue sencilla y todo un éxito, pero vas a tener que aguantar la manguerita en la Nariz por un par de días.