La tarde cae lentamente,
las primeras sombras se dibujan,
el aire se torna más fresco.
Las copas de los árboles
comienzan a oscurecerse.
Los colores brillantes se opacan,
el calor del sol radiante del día
deja paso a la tibieza de la noche,
iluminada por una luna tierna.
Mis manos transpiran,
están cerradas fuertes,
siento como las uñas se clavan
en las palmas de las manos.
Cierro mis ojos, inspiro profundamente
el aroma de los árboles
colma mis pulmones de aire fresco,
mi sangre se purifica.
Sí, se purifica, pero necesita algo más.
Necesita que recorra por sus venas
el calor de tu amor.
Necesita que se filtre por mi piel,
el perfume de tu cuerpo,
que al sentirlo recorriendo
cada recóndita célula
sea la mayor delicia y placer.
Sólo en esta noche, faltas vos,
sólo falta tu presencia
para que la noche esté completa.
Espero tu llegada,
necesito tu presencia,
quiero amarte, hasta que llegue el amanecer,
quiero despertar entre tus brazos,
después de una larga noche de amor. |