Cleopatra.

Oh Reina de Egipto,
si te hubiese admirado,
18 años, en tu plena juventud
encantadora y sabia por virtud,
los dioses te han iluminado.

Era tu voz un arroyo cantor
y tu cuerpo sinuoso como el Nilo,
de nobles y esclavos eras destino
los emperadores rogaban por tu amor.

Los dioses y los símbolos de oro
te circundan en el trono dorado
destellan diamantes como cielo estrellado
Eres de la historia de Oriente, el tesoro.

Y yo, feliz hubiera sido tu esclavo
la sandalia que calza tu pie nacarado
o de tu guardia personal, un soldado
Oh reina, si sólo me hubieses mirado.

Cleopatra que por ti mueren los hombres,
Cleopatra que por ti yo moriré.