¡Definitivamente el amor se mezcla muy fácilmente con los ingredientes que todos los días echamos a nuestra sopa de la vida!

La Ilusión de una mujer puede convertirse en una tristeza enorme para el corazón de un hombre que es poeta en sus noches de insomnio; puede demostrar al mundo entero que los hombres son frágiles cuando se les mueven las barandas del balcón de su alma.

¡Una Ilusión! Es aquella que por esta noche inspira a aquel hombre que con lápiz llena cada hoja de ésta agenda y que su estilo inconfundible logra mover el alma de aquella persona que posea en sus manos éste manuscrito; y como poder negar algo que el corazón reconoce, que para dejar de pensar en la Ilusión se debe encontrar otra, para sacarse de su mente y corazón a la que por el momento agobia al propio. Pero cruel técnica de cobardes que no enfrentan a su vida con su pecho adelante y la cabeza en alto, como aquel que está apunto de morir y no deja de pensar en cómo será la mejor manera, si con un cuchillo o con un revolver, o si mejor ahorcado o tal vez…

El corazón se cerca frente a un abismo lleno de miedo y de un peligro que no se quiere ni ver, porque el hecho de creer que se cae, te transporta a las estrellas y te vuelve a llenar tu estomago de mariposas, aunque tal vez sea muy precipitado para avanzar a tan profundas aguas, llenas al mismo tiempo de oscuridad y misterio, y de la incertidumbre que trae la Ilusión que unas cuantas noches confesaste frente al hombre el cual deja sus huellas en un legado de papel, con buenas palabras escritas para recordarte que las Ilusiones son de humanos, de hombres y de mujeres que sueñan ser amados y a la vez amantes, y no me refiero a los que aman a escondidas sino a los que les gusta dar su amor.

Por eso tener una Ilusión puede llenarte aún más de placer que ese amor de mentiras que llevas con la persona a la que creo que es un espejo que refleja y repele tu Ilusión.

Camirl
02-02-08 P: J