A ver…,
Estoy en una oficina,
Seis metros cuadrados
De paredes blancas,
Dos armarios
que juntan papeles,
el cotorreo de las voces,
que desde la otra oficina llega,
hablando intrascendencias,
mientras se les pasa la vida.
Una puerta semiabierta,
Y a mis espaldas,
Cortinas que me tapan
La realidad que transcurre.
Abro los ojos y veo
Escritorios, computadoras,
Gente que pasa
Buscando soluciones,
Y encontrando burócratas,
El aire acondicionado
Seca mis ojos enrojeciendo
Pupilas que se nublan.
Horas que transcurren sin sentido
Porque el sentido esta en otro lado.
Pienso en tu cuerpo,
Acurrucado sobre el lecho,
En mis deseos siempre deseosos de
De tu amor y tu tibieza,
En sonrisas
Y palabras incomprensibles
De pequeños seres que nos habitan,
En charlas inconclusas
De nuestras horas apuradas
Por el cansancio y los recuerdos,
Y en las ganas que tengo
De tirarme junto a un río,
Sabiéndote cerca,
Y entonces un idiota,
Se asoma por la puerta,
Y simplemente me pregunta
En que me inspiro.
Y yo me pregunto
¿en donde vive?
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