Cantina

Sentándose en una cantina, pocas monedas
Lo acompañan con la incierta alegría,
Riendo por la banda y su melodía
Por haberle obsequiado el recuerdo de un amor y más días

A un lado tenia a un enfermo del amor,
Festejando que con un simple anillo de oro
Se unirá con la primera que el se enamoro,
Mientras decía ‘’que con dios de testigo ya no habrá dolor’’.

En la esquina de esté pequeño lugar,
Un alma apagada intenta perderse con sus cigarros,
Y el par de botellas que le nublan la vista y el corazón, tragos
Da para olvidar a su cariño mientras solo puede lamentar.

El cantinero saca su fortuna,
A los amantes de la felicidad, añoro, tristeza y olvido
Dando un líquido que apuñala por la espalda, los apasionados
Al licor se encuentran comprando felicidad y amnesia en compañía de la luna

Afuera el borracho trastornado deprimido de la vida,
Solo le que da media botella por que la cordura lo abandonado
Está encadenado al licor y que es lo esta matando
Hablando solo por las calles hasta que se cae muerto a punto de llegar a su morada