El Clavo

Desperté de un sueño eterno al amparo de una fragua, pero no he logrado identificar aún mi forma, siento la fuerza del creador en mis entrañas, recorre cada particula de mi anatomía, me siento poderoso, sé que mi destino es lograr grandes cosas, creo que la voluntad de otros me hará cumplir con mi deber a cabalidad, mi preocupación es no contar con desiciones propias, someterme al hecho de cumplir lo estrictamente establecido, quisiera por tanto tener el control de mis acciones, pero confío que quién gobierna mis actos realizará un maravilloso trabajo, estoy convencido, si, estoy seguro que mi Dios obrará a través de mi, seré reconocido por muchos, hablarán generaciones de las hazañas logradas gracias a mi, el ser celestial que cuida de mi valorará mi forma y recibiré algún día la gracia de estar en su gloria.
Llegó el día, estoy ansioso, creo que mi debut será un éxito, es difícil saber hacia que lugar me dirijo, pero estoy listo, preparado al fin para cumplir mi deber.
Hay tanta gente reunida, es asombroso, todos verán mi trabajo, mi desempeño debe ser óptimo, es la hora de forjarse un lugar en la historia, pero ¿Quién será aquel hombre?¿Por qué se encuetra desnudo?
El primer golpe sobre mi cabeza me devuelve a la realidad, mi cuerpo atraviesa tegumentos, carne y hueso, siento la tibieza de la sangre bañarme por completo, luego astillas de madera se abren a mi paso, una mano se cierra alrededor mio, estoy algo confuso, creí que mi destino estaba en otro lugar, sé que no debería estar torturando a este hombre, mis formas le lastiman, su carne me asfixia, me estrangula, quisiera volver a la piedra donde esperé por tanto tiempo, tengo miedo, ya no confío en la destreza del que me trajo hasta aquí, no hay gloria en dañar a un hombre, quiero que esto acabe.
Por fin me retiran, dolido y sucio me abandonan en el suelo, he vuelto a estar entre rocas, nunca debí alejarme de mi antigua forma. Padre mío, Dios mío, he cumplido mi deber, he hecho lo que estaba destinado para mi, yo no lo elegí, ahora llévame contigo.
Dios mio por qué me haz abandonado?