…Te soñé en verdes prados casi celestiales, en tus faldas descansa mi alma reflejada en la imagen de un niño que desde tu vientre me llama, así bebo el néctar que brota de tu manantial virgen, luego al fin logro la calma, entonces vuelvo soñar…
Si es necesario creer que un sueño lo alcanza todo, entonces maldigo la noche que tan pronto acaba y de mi te aleja, más maldigo el día que a mi te trae en la lejanía de tu ausente compañía, él es culpable de la realidad en la que no me perteneces, en la que no te merezco, maldigo así ser tu amigo, el haberte conocido, es la barrera construida por mi para nunca abrazarte…, ya no quiero volver a soñar.
Hoy me pesa tu angustia, es un premio lo que recibes y no lo aceptas con los brazos abiertos, más atentas contra él, impidiéndole vivir, ¿Quién engendra una esperanza si no cree en el futuro? ¿Quién prepara el camino para el que no ha de venir?, no comparto tu egoísmo, porque refleja el mío.
Un nuevo infierno hoy nos llega cargado de luz, el rostro amable del fénix se deja ver entre las montañas del este, más su luz solo muestra mis vergüenzas aquellas de mis metas inconclusas, ¿Por qué llegaste?¿Por que no sólo te quedaste perdida en ese mar de entes sin fe que nos rodean?, ellos son mejores que tú, me brindan soledad de la más pura, ya no logró plasmar lo que siento, sino lo que pienso.
Siempre a tu lado y nos separan kilómetros de ignorancia, pues para ti yo no existo, me miras y no me ves, si la barrera fuera de espinas dulce sería mi desafío de atravesarla, las heridas luego cerrarían, más el fruto sería mío.
Uno tras otro llegarán con la misma fuerza que entran en tu vida se marcharán, los verás partir y llorarás, mis ojos también lo harán y tu no me verás, yo vine antes que todos y me quedé.
|