Dime por qué lloras, pequeña rosa? Dime por qué ries, niña-delfín? Háblame de tus penas Cuéntame tus alegrías. Juguemos a que no nos conocemos. Juguemos sólo por jugar... Alcánzame la Luna que yo he de regalarte una flor.
Texto agregado el 21-02-2008, y leído por 338 visitantes. (8 votos)