En burdeles afantasticados
Por la hora perla y sombra de la noche
Por el negativo en velo de la noche
Aunque más hay que decirlo por la noche a secas
Dos sentados se dan charla monológica
En sillas de fierro flaco
Concomisurados en caña, cantando sordos
Su lírica pristinez
Con los ojos de cresta caída
Gotean tango trucho de ese de los taxis
Saben que su cuestión medulácea no tiene solución
No tiene parangón, aunque antes lo tuvieron,
Creen que lo tuvieron todo
La solución, el panteón y todo lo que emana
De las viejas primaveras gordas pero esta noche
Se afierran y se las aguantan
Con el paladar sucio y la frente cerrada
Van viendo que todo en esa fonda se afantasma
Y que son otro dédalo gris
Con recuerdos que se les duermen sobre las guitarras
Y en la melancolía de no moverse también ven
Pero saben que no entienden
La mecánica de todo esto
Y están perplejos de examinarse el corazón
Pasando los dedos entre la camisa
Pero están perplejos, dije.
Y se agarran de los vasos duros
Sus bocanegras pegadas, muerden los dientes
Miran entre la parroquia
Entre los humos del mostrador
Miran por el hombro
Miran hacia arriba
Pero no hay punto de fuga.
Se ve que llegaron justo
Para la muerte de la inocencia
Y el nacimiento de la desesperación.
Texto agregado el 20-02-2008, y leído por 115
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