Y si lo pienso bien… creí que cuando llegara a esta edad tendría todo claro y no tendría de que preocuparme, nunca mas. Y pensé que las cosas se arreglarían solas. Y sobre todo creí que no cambiaria y siempre podría enorgullecerme de mi forma de pensar y sentir… buscando detalles y siendo feliz con ellos
“el cielo un poco antes de que empiece a llover, el punto en que la risa deja de ser risa y pasa a ser un aullido que hasta duele, buscar un lugar alto cuando el sol aparece para sentir que te quema mas aún, la sensación que solo llega de vez en cuando de que todo es perfecto y que no se necesita nada más y te dices: en este momento soy feliz”
Pero como siempre llego un algo que me hizo subir y bajar. Confundirme y sentir que mi tono de voz es demasiado bajo y que necesito algo mas para seguir viviendo sintiéndome vivo. Por que mi máxima aspiración se ha transformado en una puta aspiración material y ya deje de pensar realmente y de sentir que eso es lo que me hace estar vivo.
“terminar de escribir un cuento o poema, hablar con alguien toda la tarde sobre todo y nada sintiendo que es realmente un orden al caos que se tiene y haces, ver una película dejando que esta refleje tu vida. Y sentir que la música, las letras, las palabras dichas al viento y el propio mundo como un todo te hablan”
Pero solamente aparecen ques, comos, cuandos, porqués que no me ayudan a sentirme mejor y ingenuamente creo que asi podre arreglar todo y opto por dejar de pensar, dejando de lado el saber que cuando vuelva a hacerlo me sentiré peor que antes.
“sentir que te presionan e intentan inculcarte todas esas represiones que ellos aceptaron al rendirse en la revolución que ellos mismos habían creado y tu te niegas, tomar tu guitarra y tocar y dejarte llevar y creer que realmente estas frente a un publico que quiere escucharte, sentir esa sensación de primer beso y primera mirada siempre que estas con alguien, fumar un cigarro mientras llueve, encontrar el nombre esa canción que no sabias como se llamaba y conseguirla y sentirte indescriptiblemente conforme”
Porque la cerveza por las noches, el humo y el salir siempre a los mismo lugares no te mueve y solo te hace sentir al otro día la inexplicable sensación de que haber perdido tu tiempo y que el poco tiempo que tienes se acaba y la rutina te respira en la nuca.
Es como que te digan –todas las respuestas están frente a ti- señalándote un caracol de mar. Y si lo piensas bien el caracol esta vacío… y ¿que querrá decir esto?
“subirte al techo cuando llueve, que alguien lea algo que escribiste y te diga que es bueno, sentir que tu vida va como en una película de las buenas y que no importa lo que hagas: bailar en plena calle, gritar y hacer un espectáculo, espantar toda esa gente con terno y llena de aburrimiento cotidiano se vera bien y hasta la gente se sentirá representada contigo…”
Y son estos detalles ínfimos e innecesarios en muchos sentidos los que me hacen vivir sintiendo que vale la pena pasar por tanta mierda y crecer, madurar, amar, odiar y en fin seguir…
Me bajo un rato del mundo escribiendo y eso es lo mejor de todo. Fueron unos minutos geniales estos en que me desquite y de paso hice lo que creo mejor hago y había dejado de lado, escribir.
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