La culpa la tuvo la visa, la puta visa... No es fácil vivir en un mundo globalizado, un globo, dos globos, tres globos, la Tierra es un mundo lleno de tarjetas visa.
Todo empezó aquel día que la guapa señorita del stand, me asaltó preguntando:
¿no tiene usted la visa- gente guapa? Sepa usted las enormes ventajas de las que dispone... Esa fue la primera visa, mi primera tarjeta de crédito, pero no la última, después vino la del banco, la de la caja de ahorros, la del supermercado, la del combustible, la de ikea, ...
Me encuentro pintrofiado, escucho la palabra pin y me entran sudores, al principio creí que eran los primeros atisbos de la demencia senil, pero estoy aún en los treintaytantos, primero confundía el pin del banco con el de la tienda de muebles, más tarde el del supermercado con el del móvil...estoy pintrofiado.
Voy a tener un hijo, si es niño lo llamaré master card, y si es niña, visa.
Meses más tarde.
Fue niño, y le puse master card, como dijimos, pero en la intimidad lo llamo cardito, es más joío... ayer pronunció sus primeras palabras, como me emocioné cuando de sus labios surgió un balbuceo muy clarito diciendo: pin,aaaabu, pin.
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