Quien podría definir la injusticia?, es maltrato?, es ser inhumano? es insensibilidad? yo creo que es todo eso y más. Hoy me arriesgue mucho en pro de la justicia porque soy amante de ella y de la verdad, no pretendo ganarme una medalla, ni un aplauso, pienso que debe ser un lema de vida, de alguna forma a diario somos testigos de las injusticias que se cometen, pero que hacer al respecto? huir? lanzar protestas o actuar para evitar se repita la escena.
Raquel se disponía como cada mañana a trabajar y a ayudar al equipo que conforma su oficina, siempre se caracterizo por ser solidaria y se ganó el respeto de sus compañeros.
Su jefe era un tipo altanero, soberbio, miraba a todos no por debajo de los hombros (mide 1.50m de estatura), los miraba de forma despectiva, un tipo sin escrúpulos, capaz de pisotear a cualquiera con tal de conseguir su objetivo. Quería ser elogiado por la gente que lo rodeaba ya que el ego era lo único alto que tenía.
Una mañana dispuso una tarea difícil y tediosa a uno de sus empleados, Raquel observaba la escena desde su escritorio y pudo escuchar la orden: 576 oficios para hoy y serán enviados sin ningún error ortográfico. Se sabe por estadística que las probabilidades a equivocarse son muchas, somos humanos y no maquinas y bajo presión y ambiente hostil, pues somos más propensos a cometer errores.
Efectivamente el empleado cometió un pequeño error de duplicar una letra en uno de los documentos y raudo lleva el trabajo encargado a fin de lograr una sonrisa y felicitación del jefe.
Al revisar minuciosamente el trabajo, se pudo observar cómo se transformaba el rostro ya de por si nada agradable del jefe y en una expresión de burla y sarcasmo le pide a la secretaria que lleve los oficios impresos al baño, lugar donde le pueden dar utilidad ya que eso de por si no servía para nada.
Raquel al escuchar tal humillación y burla se sobresalta y decide poner punto final al abuso del diminuto jefe, a pesar que no era su situación decide enfrentarlo y ante la valentía de esta mujer, sus demás compañeros deciden cada uno expresar su disconformidad. Como consecuencia de esta protesta comunal, el gerente general de la empresa escucha toda la injusticia cometida con el empleador, desde la oficina contigua y por consiguiente decide poner punto final a las labores del mal jefe.
Raquel hoy en día, más que jefe es amiga y guía de sus compañeros, todos la estiman y la respetan más puso un lema grande a la entrada de la oficina el cual quedara grabado en las mentes de todo aquel que la lea: El hombre justo no es aquel hombre que no comete injusticia, sino es aquel que pudiendo ser injusto no quiere serlo.
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