Ensayo, no se donde ponerlo, espero que no jodan por los errores, está en práctica.
Comenzó como cuando ponía los tags del html en el block de notas ++. Las eltras se tornaban rojas cuando había algún error de sintaxis, y el resto del tiempo, tenían el color de las letras medio negras (Dimgray en nombre para página), medio error, medio en serio, fue atravezando como quien no quiere la cosa las lineas desperdigadas, el terror a la hoja en blanco, el terror a la maquetación, todos los terrores, las imagenes en su sitio, al fondo que hay sitio, acomodandose como rastros de un miedo que se van arrinconando, y que terminan por no tener ningún significado. Oculto algunos divs con un applet de java que se copió por ahí, y que ya se tenía plenamente estudiado. El color de fondo era un azul acero que siempre iba bien con las letras blancas, para los enlaces cuido de poner un color de letra en humo blanco, sin subrayado, ese tipo de cosas le molestaban, la ostentosidad, la huachafería escondida en un simple comando, apilar todo lo que se pueda apilar, abarcar mucho más de lo que puede permitirse. El espacio quedaría corto, estirar un poco más la hoja, o decidir que cuando haya overflow, los scrolls fueran a aparecer de forma automática.
Guardó y miró el resultado en el firefox y en el ópera. Se aprobó a si mismo, se dijo que tenía mucho por corregir, pero que era más lo avanzado, cerro las aplicaciones, ordenó el shutdown y cerro la laptop. La puso en su escritorio, l hecho llave y se metió al bolsillo la USB.
Es hora de ir a casa.
El destino suele jugar con las malas pasadas. como quien coloca una bolsa más apilada para que un carrito a pilas salte un poco más alto, le resulta divertido, y si algo por ahí se rompe, pues termina comprandose otro, o agarrando uno nuevo, uno mejor. A eso podríamos llamarle cinismo. Él pensó que la mañana estaba bonita, el clima agradable, el gris, la lluvia despacio, el sueño atrapado, el camino dela ciudad demostrando esa combinación tan hermosa, que hace que algunas veces la realidad sea irrepetible, que algunos recuerdos son inacunables. El silencio, los mitos, la boca pequeña, el beso tierno, las manos jugando.
Podríamos pensar que siempre terminamos retornando al punto de partida, aún cuando aseguremos lo contrario, nuestro karma nos lleva a repetir ciclicamente nuestros actos, una y otra vez, es la inercia que nos lleva a sentir un cierto dejavu de vez en cuando. Desde el tipo que termina rutinariamente atravesando las luces rojas con la determinación de quedarse una tarde plantado en medio del semáforo, desde el posero neogótico que se retira con el mismo tufo y la misma estela a las 4 y media de la mañana a casa, a dormir y a desandar lo andado. Por último, esa inercia lo llevaría a seguir siempre el camino fácil, el camino de siempre, sin importar que sea lo contrario a sus deseos, entrado en el limite de sus propias fuerzas para hacerse respetar ante si mismo, terminará sucumbiendo al llamado de la multitud que lo espera ansiosa lista para el cadalso, los gritos de aclamación ante el verdugo con su cabeza en la mano, los 15 minutos de gloria de los que hablo Warhol, la incipiente mirada de todos, ser el centro de atención, aunque fuera solo un acto autodestructivo.
El hombre, solamente por costumbre de dar la contra a todo, se refugió en los brazos de la pareja desnuda, se oyó el comentario de ella "Que delicioso es estar desnuda" luego, se dió cuenta de que no era normal que el hombre fuera el que se abraza a la mujer y no al revés. En contra de la inercia, decidían abrazarse asi, obviar las palabras dichas muchas veces, decirle lo mismo, pero con otra connotación.
Esto último era al fin y al cabo ser realmente rebelde.
El hombre... (Está a media...) |