Para dormir sigue las estrellas y cuéntalas todas
Observa su destino, su pasaje y luego róbate un una cola de esa fugaz
Lee escritos de tu diario, cuidado, sabes que páginas no leer
Esas que están con una lágrima seca, la tinta muy cargada, o pegada en sus extremos, creyendo que callan las palabras...
Si aun no consigues dormir, busca una fruta madura, tierna, jugosa, no me imagines a mí, ni a ella, ni permitas a tu mente merodear en otra cosa. Coge una uva que el insomnio mata, desgránala de a poco, sin que tu conciencia te arrebate los gajos y te impida comerla...
Para dormir bebe un poco de la brisa del agua, a sorbos de besos y dile que la amas, santifica tu alma, pero no te la lances a la cara, hará revivir el sabor de mis besos y la conciencia pesará mas de lo que ahora te pesa
Si aún no logras dormir, llámala y dile que la amas, seguramente ella también trata de dormir, preguntándose por qué no la llamas, y háblale de la vida de los besos de la noche de ambos, del siglo infinito, y entre otras cosas dile como poder dormir pronto
Ante su inevitable pregunta deberás responder una buena mentira, que hará que tu conciencia sea adolescente, responderás: sin mis buenas noche no duermo maravilla mía
Al cortar el teléfono se largará a su universo y quedaras en la nada misma, de nuevo
Sabes que para dormir, la conciencia debe estar limpia...
Me marcho a la cama, nos veremos pronto, recuerda las instrucciones
Y cuéntame que pasa de bueno en la soledad de tu lejanía, en la jerarquía de la conciencia, entre las sábanas de tu cama, y la ausencia de una mirada...
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