DIARIO SIN FECHA.
"Cuantos siglos han corrido, ¡que crueldad!,
Los ejércitos de Dios descendieron pelearon contra Mí,
me di cuenta que soy su enemigo, me aferro a una fe de nada,
el miedo me invadía todas las noches,
escapaba,
corría,
moría.
¿Que demonios? No se que paso, fui Dios también,
y se emancipo fuera de Mí, me encarcelo,
soy una gran amenaza,
ya las ciudades de la resistencia cayeron,
ya vi morir a Mis tropas, muchos recuerdos que ya no están,
no soy nadie en este momento sólo estoy solo...".
ÚLTIMA NOCHE DE RESISTENCIA.
Cuando por fin logre entender que la vida es la muerte de espalda,
sucedió todo, estaba allí en el paraíso,
lo tenía todo, hasta lo imposible,
por que siempre lo deseé, y un Apocalipsis o cardo cayo a Mí,
este el momento en que me sigo preguntando que sucedió.
Decidí resistir, las guerras eran equitativas,
la luz era mi aliada,
pero hasta ella se fue, quede ciego en su partida,
y seguía, "en pie" solía decir,
Mis tropas seguían y caían como moscas en el agua,
trate de mediar, ¡pero no!, siempre me respondías que el daño era irreversible...
(Las últimas palabras escritas, el resto fueron dichas).
MOMENTO DE DECIR ADIOS.
Y había que cerrar los ojos cuando despertase,
y abrirlos cuando me acostaba,
las cosas empezaron a tener sentido verdadero,
me abrazaste y te despediste de Mí, luego me vendiste,
los planos de Mí fuerte (el ser), habían caído en las manos indicadas,
ya era mi hora lo sabia, lo sabia todo, sabia demasiado, más de lo quise saber,
y esa misma razón fue Mí horca, y caí lentamente pero con una gratificante sonrisita,
ya era, ya sería y ya soy, no tuve nada que perder,
por que en eso estaba la gracia de mi muerte,
y la mano se guía sola,
es interesante ver que solo el espejo del cual tanto hable mal
fue el único que me lloro y lo bese y ya todo nunca volvería a ser,
sólo, ya no es, y soy yo,
y ese yo ya no es Mí ser es mi olvido enterrado pasado...
(Las letras jamás volverán a ser las mismas).
|