País de lugares hermosos y rojos,
Lugar precioso de momentos que no menciono,
Pedazo de tierra en la penumbra de todo Ser humano,
Tiempo en el cual me tarde en entender
por que la endorfina baja tan lentamente a mi medula,
Recito este gran sin sabor a mi aborigen Génesis,
Palabras rodean estas paredes que antes fueron pintadas con odio
palabras de resurrección y persecución de todo malestar patológico,
El niño que creció y se convirtió en hombre violeta,
ahora se ve como el niño de carbón,
Cada respiro,
Cada anhelo,
Cada mirada al cielo,
Cada muerte subyacente en el encierro,
Son partes de este innombrable pasado,
que solo documentado por letras bien organizadas fue dado,
Miro con Malegria el cielo de nuevo,
y veo el reflejo de las flores que una vez al entierro no lleve,
De instante me siento en el feretro y veo a todos llorar
de forma hipócrita pero buena,
Con dolor de la percepción errónea que les herede,
y con suspiros de promesas que nunca complete
Siendo ese otro ser,
Tergiversado por la inversa de la luz,
que atraviesa el espejo de sus ojos,
ya he de dormir un poco y recuperar el tiempo perdido...