Rojo que bendijo el cielo,
días ulteriores de desespero,
noches de rojo, vuelvo a escribir,
el rojo se a apoderado de parte de este ser violeta,
ya he descubierto parte del camino
arduo, frío, y con sus rosas que se pintan de una muerte asquerosa,
violetas divinas que ahora son fuentes de dolor,
gardenias de colores donde no hay vibración,
y toda esta sabia, que me dice:
"correr por tu cuerpo no quiero más,
he de estar cansada, he de estar en la luna,
he de ver la parte verde y oscura del sol,
he de llorar por tu inmensa y vana felicidad..."
Escucho eso, ondas que viajan intravenosamente a mi anima,
completamente incompleta anima,
lloro, lloro en silencio y con lágrimas simbólicas,
lágrimas de monotonía de ser esta pobre mascota de la vida,
de atado estar a su silla de dorados intensos,
de que la libertad mas se asemeje a un sueño que a una idea,
de mentirme a mi mismo para ser "feliz",
en este momento debería elevar un poco el rumbo con sabia retorica,
pero no!
el momento de descubrir oscuridad también es paso de este gigante
aplastado...
y he de untarme de dolor y horribles pasados,
que en el olvido no pude enjuiciar,
que no encerré por hacerme infeliz
y que ahora cobra su parte de la fortuna,
fortuna perdida de odio y resentimiento,
olvido, remedio,
sudor palpante, miedo tenebroso, sueños de nada
arquitecto de mi mismo error.

"escribí mi ultima carta a dios..."