Como cada mañana despierto aburrida, envuelta en sueños que apresan. Al salir a mi destino, veo la realidad confundirse continuamente...
Mi primer destino, el colectivo. Pero no serviría para nada si no me llevara a otro destino. Subo algo impaciente. Encontrar un asiento y compenetrarme en la lectura, lo que realmente me transporta lejos del calor y el ambiente terroso del campo.
A ella la dejé el día anterior, sufriendo por traición. Con todo su dolor planea venganza, porque el dolor es difícil de llevar cuando viene acompañado de impotencia.
Él....no recuerdo bien cual fue su reacción. Al encontrarse de frente con la realidad, seguramente no le causo más que risa, sabiendo que una víctima es indefensa. A lo sumo enfrentará uno que otro revés, no lo suficientemente fuerte como paracambiar de actitud. Esperaba el momento en que toda su omnipotencia se haría presente.Ella, seguramente comprenderá que las palabras no tienen sonido cuando no son escuchadas. Sólo el poder tiene influencia en el acontecer de las personas. Entonces, regocijado y orgulloso, seguiría tranquilo camino a su trabajo, una vez demostrada su influencia e impunidad.
-Suben cada vez más personas al colectivo. Es difícil a esta altura respirar, dada la temperatura y el hacinamiento. Me esfuerzo por concentrarme.-
Lloraba. No por haber sido traicionada, sino por haber confiado. Su conciencia se lo advirtió tantas veces ..." no confíes en los hombres. Ellos sólo piensan en su propia conveniencia” Pensar que le dió todo: regocijo, alegría, un hogar. Le dió todo lo que tenía, silenciosa. Nunca le enfrentó ni se defendió de sus abusos, jamás le reprochó nada, sólo contemplaba como él avanzaba. Montado en sus derechos acalló su voz y la atropelló, sin que ella reclamase. Estaba tan acostumbrada a que la pisen sin respeto...
Recordaba de vez en cuando, a áquel que la respetaba y la veneraba. Aquel que le debía la vida y se la agradecía constantemente. El que la amaba a su modo... Había pasado tanto tiempo desde que esa relación había terminado, tan violentamente...
(El chofer va demasiado rápido ahora, parece que va fuera de horario y quiere llegar a tiempo. El colectivo va muy lleno para la velocidad que lleva. Trato de aplacar mi fobia a la velocidad.)
Él parece no notar que todos los días ella le ruega. Lo sigue hasta el cansancio, y está en cada lugar donde él va. Lo acompaña siempre, callada y escondida bajo un velo artificial que le puso, que él fabricó especialmente para cubrir su lado salvaje y hostil. Y aún asi ella luce tan bella y radiante, regalándole las imágenes que él guarda en sus sueños.
Pero da por sentado que ella siempre estará para cuidarlo y cobijarlo, como si ese fuera su único deber. Piensa, encerrado en su egocentrismo, que todo el mundo está diseñado para que el sea feliz a cualquier costo. La vende para poder satisfacer sus caprichos.
Por eso, presta atención a cosas más importantes. Despues de todo, el dinero vuela y hay que alcanzarlo. Quizás alguna mujer ocupe su tiempo.
Pensar que lo que ella pedía era un poco de atención. Nunca planeó retroceder el tiempo y volverla a convertir en dios. Tal vez algunas pequeñas concesiones, para que ambos puedan seguir existiendo.
No deberìan estar encerrados en ese sadismo que los enfrenta a uno contra otro, como si fueran distintos, como si fueran enemigos.
Son uno. Pero la tradición occidental los ha separado y enfrentado.
Un hombre que no puede dominarse a sí mismo, pretende dominar la naturaleza de lo que le rodea.
Vender el futuro a cambio de mas energía para hacer bombas. Sacar el oro de las montañas para guardarlo en bancos. Envenenar el agua para obtener dinero.
Espero que aprenda a saciar la sed de dinero, o todos empezaremos a sentir la sed de verdad, la de desierto.
(Ya casi llego a mi destino, pero podría demorarme unas cuadras. Solo me faltan unas páginas por leer y estoy bastante temprano.)
Pero ya es tarde
Él se arrepiente cuando ya no hay nada que pueda hacer. Ahora que sus hijos han muerto por su hostilidad. La enfermedad que le aqueja es solo su culpa, y es él quien sufre ahora las consecuencias. Tal vez la inacción sea el peor camino. Sobre todo si viene acompañada de ignorancia o desinterés. El nota la terrible situación pero aún no es capaz de tomar la responsabilidad por ello.
(El colectivo va muy fuerte y me incomoda)
La mutiló en tantas formas que no puede seguir parchándola. Su omnipotencia encuentra ahora un límite.
(Se aproxima mucho a la calzada en esta vuelta. Espero que disminuya la velocidad al girar...Hay mucha gente y el auto que viene atrás viene muy rápido....Parece que el chofer no lo ve...La gente comienza a gritar...)
A esta altura...Algo inútil arrepentirse. ¿Qué remedio...?
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