Siempre combinaba todo con su polera de bety boop, su cabello negro y ondulado, tomado solo por un lado con otro de sus artículos preferidos de belleza, unos pinches de colores brillantes con forma de mariposa o flor.
Era fácil verla sonreír, coquetearle a la vida era su especialidad…se miraba mucho al espejo e incluso ensayaba un par de miradas o frases para ver su mejor ángulo, ese día al igual que muchos otros tenia a alguien en mente, un antiguo compañero de clases, alguien que desde el primer momento fue un desafío, porque esa era su extraña versión del amor ,su manera escurridiza de capear las soledades ,y .los fantasmas que desde algún rincón la observan y la enfrenta a sus miedos , su maquillaje perfecto escondía su mirada dulce, tímida, y soñadora
Nunca nadie podría decir con certeza que era fácil de conocer de conquistar, y ciertamente, era lo que su corazón escondido tras su oscura forma de actuar anhelaba con tal desgarro que muchas veces enloquecía.
Se demoraba bastante en la ducha esperaba de alguna forma que el agua que recorría su cuerpo la limpiara de roces que no deceó, de deseos que no debía tener, y de esa pena tremenda con la debía cargar por siempre…. Ella era una buena mujer, no siempre comprendida , pero si se, que tenia las mejores intenciones del mundo, adoraba a su familia, era la única posesión que atesoraba, el único punto fijo de donde podía partir cada vez que intentara huir y ponerse a prueba y al que podía volver cuando todo se venia abajo.
Simplemente tenia que empezar de cero. ¿Cómo
Puedes trazar tu nueva vida en un lugar donde ya te han catalogado? A todos nos a pasado mas de alguna vez ¿Qué dices tu?
Ella lo tenia todo planeado se juntarían en el centro, irían a comer algo, ella ya se había informado de que cosas le gustaba a el, y que tema le interesaba, era meticulosa y conquistar a alguien era solo cosa de una buena estrategia. Le emocionaba la idea de manejar en cierto modo la situación, siempre fingiendo ser muy despreocupada, para que se ocuparan de ella y así lograr toda la atención.
Entonces con una sonrisa difícil de evitar salio de su casa con su polera de bety boop, sus pinches de colores, sus ojos maquillados, su plan en la memoria, caminó erguida por la calle y fue en busca de él,
Él le hizo señas de lejos, ella sonrío, caminaron hacia un bonito lugar, donde comer algo quizás, y mientras hablaban y bebían, ella se dio cuenta que no podía seguir con su plan, no porque no fuera a dar resultado, sino que ya no era divertido, ya estaba demasiado gastada la única forma que conocía de encontrar algo de compañía , esa manera tan de adolescente que obviamente ya no llenaba ningún espacio en su corazón , pensaba en esto cuando de pronto él y casi mecánicamente le tomo la mano, le dijo que se veía bonita, que si querría salir de nuevo, ella sonrió y otra vez creyó que tal vez valdría la pena probar, pensó que a su edad tenria que conformarse con un buen hombre , amable , que tal vez si le daba la oportunidad de conocerlo mejor la seduciría y terminaría al fin con algo de seriedad en una relación…
Ella se acerco a el y lo beso sin preguntarle nada , nuevamente sintió que era una especie de teresa de Calcuta con los hombres que la deseaban, le gustaba complacer a otros por encima de sus propios sueños y deseos, era casi como un auto castigo, una flagelación a su cuerpo y espíritu..¿Por qué lo haría? ¿Por qué no solo decir que no?, que te arrepentiste a ultima hora, no se, cualquier excusa y si no lo quiere, que importa acaso no eres mas importante tú?
Pero ella no lo veía así, no quería quedar con la duda del como podría ser, casi puedo decir con razón que no sabia decir que no, era casi como una droga una vez que la pruebas no la puedes dejar aunque te destroce la vida es lo único en lo que piensas, lo haces de forma automática, esto era lo mismo, la soledad era su motivo y el sexo su escape. Entonces nuevamente cayó en el juego, salieron varios días a comer, a bailar, a conversar, hasta que él la llevo a un motel, ella sin tanta emoción sabia que ese día iba a llegar, desde el primer día lo supo, nunca a tenido un hombre que no se quiera acostar con ella después de dos o tres citas, y ella accede pues es la única forma que conoce de demostrar que sigue viva…
Entran al cuarto, se ve limpio, hay tele, música, piden unos tragos por teléfono, los que llegan a los 5 minutos, no niega que se siente atraída por la idea de ser la fuente del deseo, y ella toma las riendas de la situación sabe muy bien lo que hace, como mirarlo, cómo quitarse la ropa, lo a hecho por 11 años y nadie a reclamado, está segura de sus movimientos es casi una coreografía aprendida, lo lame , lo besa lo muerde y excita todos sus sentidos le pregunta abiertamente que quiere y eso la pone en la posición casi de una prostituta lo cual nunca le
desagradó, es casi su juego fetichista, lo mide a él por lo osado que logre ser , le gustan las palabras sucias y sobre todo sacar del closet lo mas oscuro del otro, así no se siente tan sola porque yá hay otro con quien compartir esos secretos. Luego de un rato La habitación esta impregnada a ese conocido olor a sexo, el placer a veces llega suave y otras tan intensas que no puede contener un suspiro ahogado y lacerante que estremece desde dentro.
y como en un ritual todo termina con el mismo beso suave con el que comenzó, entonces ya liberados de del apasionamiento ella camina desnuda sin pudor, se vuelve a vestir con su polera de bety boop, sus pinches brillantes de flor y Luego vuelve todo a ser cómo siempre solo que la sonrisa la llevas dibujada en la cara toda la tarde, y te paseas por la calle sintiéndote sexy y a la vez estúpida.
Lo mas seguro es que lo vuelva a ver un par de veces pero ya no la invitara a bailar, ni a comer ya probó su piel no le interesa su corazón
Y ciertamente ella lo sabe siempre a sido igual, y cuando finalmente el designio se cumple, ella vuelve a su hogar el único seguro y honesto que conoce, quizás llora un poco, escribe en su cuaderno viejo un nuevo nombre, y finalmente ya se siente mejor entonces vuelve a salir con su polera preferida con los ojos maquillados, y esperando que otra persona llegue y la invite a bailar.