En un viejo bar,
dónde el aire huele a pena,
un niño juega a hacerse mayor
con alfileres en la vena.

Entre absenta y cigarrillos,
el viejo poeta… el Don Nadie,
aquel que quiso vivir del aire,
y todavía nota el alambre
de las punzadas que da el hambre.

Un borracho en una esquina
juega a las cartas con su cordura,
y quien pierda la partida,
pagará la última ronda.

Un mayor algo solitario,
cuenta mil historias de batallas
que ni siquiera él vivió,
mientras otro viejo cascarrabias
le responde que, hace unos años,
se vivía mucho mejor.

En la calle, una chica,
malvende todo su amor,
esperando a un principito
que le cosa el corazón.

Y mientras ven la vida pasar,
mientras cuentan sus soledades,
marchitándose en el viejo bar:
el rincón del olvido…