Tan lejos que me duelen los ojos por tratar de mirarte. El mar no deja de crecer. Tan lejos que no me alcanzará la vida para seguir tus pasos. El mar rompiendo en mi contra. Tan lejos que no hay manera de abrazarte en tu caída. El mar eléctrico de tus celos.
Texto agregado el 16-02-2008, y leído por 364 visitantes. (26 votos)