- No sé de qué color son los besos – dijo ella - Azules - afirmó él mientras miraba sus ojos - ¿Y a qué sabe tu boca? Preguntó ella. - A ti - pensó él. Y la recorrió entera. El semáforo se puso en rojo y continuaron su camino en silencio.
Texto agregado el 16-02-2008, y leído por 144 visitantes. (1 voto)