Entre los edificios de cualquier ciudad, grande o pequeña, nunca falta aquel callejón en el que se esconden las sombras que huyen del sol y del despliegue de luces al anochecer. Donde el eco de las voces se transforman en lamentos lejanos y un niño, al son de estos, susurra una canción, para no espantar a las sombras que lo abrazan. Sus brazos aprietan con todas sus fuerzas sus piernas contra su pecho, como para evitar que estas también se desvanezcan.
La noche llegó y la luna dibujaba las figuras en el pavimento, que formaban ante los inocentes ojos un tétrico espectáculo, que le recordaba al que había vivido horas antes de encontrarse donde estaba....
Tendida en una cama se encontraba su madre, su única relación de parentesco en el mundo y apoyado en su pecho, su hijo, a quien le cantaba moribundos acordes de una canción trillada por sus labios.....
Minutos después, pese a los últimos segundos de lucha, el pequeño ve a su madre postrada en una incómoda y egoísta “cama” de madera e interiores de terciopelo.....El quiere acercarse y acurrucarse en sus brazos, que han perdido su calor, pero unas manos arrugadas impiden su camino, un abrazo mojado y repentino lo apartan aún más; poco a poco se ve invadido de inmensas figuras negras, que gimen a su alrededor y entre sus caras, algunas hipócritamente tristes, encuentra una que otra conocida....
Pero aún así, el mundo, como él lo conocía, en el cual existía su madre, él y su mutuo y cariñoso amor, había desaparecido, siendo suplantado por un negro y frío mundo que le impedía escuchar a su madre cantar...
Las ya mencionadas negras figuras, pasaban por su lado sin notarlo, pero habían ocasiones en donde una señora lo sentaba en sus faldas y le decía que la situación era lamentable, le preguntaba cómo se sentía y qué pasaría con él, y un bombardeo de preguntas que él no entendía, porque, obvio, él se quedaría con su mamá......-“Sí pequeño, tu mamá estará siempre en tu corazón, pero tú ¿Qué harás?”- le decía una amiga de su madre.- “Entiende, tú estás solo, ¿qué harás?, tu madre ya no volverá..”-Como si hubieran soplado en su mente, al escuchar esto, todo se aclaró en su cabecita.-“ ....solito...sin mi mamita....sin mi música... ”- Al darse cuenta de su realidad, bajó inmediatamente de las faldas y corrió donde su madre, pero la mesa estaba vacía, su madre ya no estaba....-“¡se fue, pero no me voy a quedar solito, lo voy a ir a buscar!!”-. Y partió el pequeño niño, en busca de su madre y no se rendiría tan fácilmente, buscaría hasta en las sombras que esconden secretos.-“¡Sí, ahí se debe haber escondido, te voy a pillar mamita!!!”- y salió dejando la puerta abierta.
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